jueves, 2 de julio de 2009

Un bombón en la oficina


A la hora del café mis compañeros decían: - es un bombón, vaya tía, eso es una jefa y no otras.

Sabía que habían contratado a una nueva responsable de finanzas, pero no era consciente de la sorpresa que me esperaba.

Nos fueron citando por departamentos, pero como mi trabajo está en la calle, visitando clientes, yo no aparecí. A la semana recibí un mail suyo:

“Sr. Jordi, le convoco a una reunión el próximo viernes a las 18h.”

Será cabrona, a esa hora yo ya estoy de finde, y además no trabaja nadie los viernes por la tarde, qué cabreo me cogió, pero era necesario que yo estuviera, para tener una relación correcta ante el jefe.

El viernes estuve fuera todo el día, y aparecí a las 18h, la oficina estava desierta, ni un alma, ordenadores apagados, y simplemente la compañía del hilo musical.

Piqué a su puerta y entré en su despacho:

- Siéntese, enseguida le atiendo.
- De acuerdo srta.
- Señora, gracias.
- De acuerdo señora.

La pantalla del pc le tapaba el rostro, podía observar sus piernas perfectas, preciosas, con medias y entreviéndose un liguero negro, tacones de aguja de escándalo, minifalda, y se intuía un buen escote, uñas pintadas, un perfume afrutado, algo familiar y muy de mi agrado invadía la sala, no se, me tenía que empezar a caer bien, porque la verdad, esa mujer era un BOMBÓN con mayúsculas.

- ¿Le importa traerme el dossier del cliente nº 112?
- En seguida.

Yo ya estaba a punto de mandarla a paseo, ni me había saludado, ni le habia visto la cara, y además ahora me mandaba a buscar un expediente, volví dispuesto a ponerle los puntos sobre las íes.

Entré sin picar, no estaba:
- ¿Señora?
- Tráemelo, estoy en el archivo.

Entré en el archivo, apenas había luz, comencé a mirar por los pasillos, entre las cajas, hasta el último, iluminado por la poca luz que entraba de la ventana, una silueta de mujer, arrodillada en el suelo.

- Ven Jordi, tenía ganas de que llegara este momento.
- ¿Qué momento?
- Ahora lo verás.

Me acerqué a ella, estaba desnuda, sus pechos al aire, su cintura, piel blanca, pálida, las medias era la única ropa que llevaba, levantó la mirada, y esos ojos me eran familiares, esa mujer la conocía, era ella, una chica inolvidable, con la que tuve un romance meses atrás, y que ya casi había olvidado.

- Te hice caso, dejé el CV en tu empresa, y funcionó.

Estaba anonadado, no reaccionaba, conocía cada milímetro de su cuerpo, pero desnuda, no vestida.

Se acercó a mi, me empujó atrás, me besó la boca desabrochándome la camisa, quitándome la corbata, los pantalones, dejándome totalmente desnudo, contra la pared.
- Añoro tu leche.
Se agachó, agarró fuertemente mi polla enguyéndola, blandita estubo durente unos instantes, hasta que rápidamente se endureció por el calor de su garganta. Sus manos me masajeaban, apretaban mi culo contra ella, cerré mis ojos, y disfruté de su mamada.

Absorvía mi glande, pelaba mi polla, lamía cada surco de mi sexo, por los lados, por debajo, el agujerito, volvía a engullirme sin dejar de pajearme, una y otra vez, hasta que no pude más, pasados unos minutos me provocó un orgasmo tremendo, que no dejó escapar, sólo unas gotas que de sus labios caían y que se apresuró a arecoger con su dedo y lamerlas, sin dejar de mirarme.

Estaba encendido, esa mujer siempre hizo lo que quiso conmigo, y lo estaba consiguiendo de nuevo, la sujeté del pelo, estirando de ella contra los estantes, dándole la vuelta la sujeté por la cintura, me agaché, metí mi mano entre sus nalgas, froté su coño con mis dedos mojándolos bien de sus fluidos y masturbándola, rozando su clítoris, empujando de su pubis hacia mi con la mano, introduciendo mi lengua en su coño abierto, llenando mi boca de su esencia, tragando sus dulce sabor, el roce de mi perilla le gustaba, pues sus gemidos la delataban y en segundos la hice venirse. Me levanté y en un solo movimiento la enculé, estaba super dilatada, se dejaba, como siempre, hacer de todo, la follé profundamente, sus gemidos quedaban apagados por las sacudidas de los estantes, cayendo documentos, cajas, papeles al suelo de cada embestida que le metía.

Me aparté, la agaché a cuatro patas en el suelo, y la follé desde atrás, sintiendo el calor y la humedad de su coño absorver mi polla, la cogía de los hombros, acariciando su melena, pasando mis manos por su cintura, se apartó, se dio la vuelta y se estiró en el suelo, abrió sus piernas, y a la vez que metía su pezón en mi boca la volví a penetrar, esta vez lentamente hasta el fondo, disfrutando de cada pliegue de su piel interior.

Con mis manos apolladas en el suelo, junto a sus axilas, sus brazos en alto, estirando su pecho, marcando más si se podía sus pezones erizados. Los mordía, los saboreaba, pasaba mi lengua entre ellos, sin dejar de entrar y salir de sus entrañas, sacándola totalmente, y volviéndola a penetrar profundamente. Ella gozaba, sus ojos permanecían cerrados, se mordía el labio inferior, y su sexo se contraía a cada penetración junto con sus piernas, que me atrapaban.

Subí mis labios por su piel hasta su cuello, clavando mis dientes en su yugular, lamiendola, hasta llegar a sus labios, justo a la vez que sus manos se colgaban de mi espalda, y sus piernas se aferraban a mi se convulsionó hasta correrse, haciendo que no pudiera controlarme, eyaculando en su interior, mirandonos a los ojos sin dejar de besarnos, cayendo rendidos en un instante de placer.

Ahora ella estaba en mi vida de nuevo, y era mi compañera de trabajo, sólo pensar lo que podemos llegar a hacer, me excito…




10 comentarios:

  1. puedo dejar mi CV tambien??????

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  2. mmmmm.que caliente me ha puesto, un buen relato cielo. Un besazo .

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  3. Mereces que te suba el sueldo...Trabajas muy bien...un dulce beso

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  4. Rosi, ya tardas... te llamo mañana.

    Bella, me encanta ponerte caliente.

    Locura, para subidas de sueldo estoy abierto, como para hacer buenos trabajos.... en el archivo.

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  5. JODER JORDI COMO SOYS LOS TIOS. A MI NO SE SI SE ME HUBIERA LEVANTADOOOOO......BUENO EN MI CASO EXCITADO. AUNQUE SI ESTABA BUENISIMA, UN ESFUERCIN LO HACE CUALQUIERA NO?????
    Besotes

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  6. En el Archivo Jordi en el archivo...no lo dudaba...un dulce beso

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  7. quizas ahora se te vea un poquito más el pelo por la oficina... jajaja seguro que de repente habrá más informes que archivar.
    Genial, como siempre, aromas, colores, sonidos y sensaciones nada se te escapa.

    un petó
    ia

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  8. uffff...jordiii

    tengo un archivo con vistas a mi entrepierna...y as exo que sus cristales se vuelvan opacos de tanta calor...chorreando gotas de pasion.

    Me a encantado amigo
    besotes
    Malekin

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  9. aceptas el mio aunque ya no tengamos nada que ver sexualmente hablando.

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  10. Es un buen aliciente para pasar mas por la oficina, seguro que ella tambien lo agradecera jeje.
    Un besin.

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