jueves, 9 de julio de 2009

La gran masajista suplente


Ayer por la tarde llegué, como siempre, a mi sesión de masajes, pero mi amiga, tan fantaseada, no estaba, estaba una chica algo más mayor, de trentaitantos largos, alta, casi como yo, entrada en kilos, no se cuantos, pero bastantes, con unos pechos grandes, bien puestos, y con una cintura no muy ancha. Bueno, del tipo de chicas que me miro, pero que no suelo entrarlas, me puse sobre la camilla, y ella se acercó.

Olía a incienso, la luz de las velas invitaba a cerrar los ojos…

Estuvimos charlando sobre la ausencia de su compañera, sobre las buenas manos, el saber hacer, etc, pero en cuanto me puso las manos encima, me olvidé de mi anterior fisio, esta mujer tenía unas manos divinas, un tacto, una fuerza en los momentos necesarios, una forma de transmitir energía… diferente.

Cerré los ojos, y disfruté de sus manos y de su agradable conversación, me cayó muy bien, y quedamos en tomar un café a la salida, puesto que yo era su último cliente.
Salió del centro, se me caía la baba, vestía pantalones tejanos, ceñidos, y una camiseta de tirantes, sin sujetador, que permitía disfrutar del magnífico panorama de su escote. Charlando en la cafetería, nuestras miradas se cruzaban sin cesar, y se me iban los ojos a sus pechos, miraba sin cesar sus grandes pezones marcados, “gracias” al aire acondicionado del lugar, entonces puso su mano sobre la mía, y me dijo:

- ¿Te gusta lo que ves?
- Pues la verdad, si, mucho.
- A mi también me gusta lo que veo, ¿puedo probarlo?

Antes de que pudiera contestar, sus carnosos labios se habían posado sobre los míos, y sus manos sobre mis brazos, la sujeté de la nuca, acariciando su pelo, su cuello, cerrando mis ojos, sintiendo su lengua, su boca, su fuerza.

- Ven, acompáñame.

Volvimos a la consulta, abrió el candado, quitó la alarma, y de la mano me llevó al fondo del local. No dejamos de besarnos a cada instante, apoyados contra la pared, devorándonos sin cesar, pero yo pensaba en que aquella chica, en que no era como las que habitualmente me llevaba a la cama, eso me frenaba, pero su sabor era intenso, sus labios me tenían hipnotizado, me dejé llevar.






Me desnudó, completamente, me empujó atrás, sobre la camilla, ella se fue desnudando poco a poco, mirandome, con una mirada de zorra que hacía tiempo que no veía, esa mirada me puso muy caliente, me fui empalmando, ella me miraba y sonreía, se acercó, acarició mi polla, sentado sobre la camilla, la besé, sus pechos apretaban sobre el mío, mis manos buscaban en cada rincón de su piel un lugar donde meterse, me levanté, la senté en la camilla, me agaché y lamí su sexo, sus manos me cogían la cabeza, me guiaba, me recordaba a alguien… se acariciaba el clítoris, me decía: -aquí, cómemelo. Chupaba su campanilla, lamía sus vagina, sus manos me hacían volver una y otra vez a su clítoris, gemía, y mi polla estaba durísima, me levanté, me acerqué y se la metí, hasta el fondo, estaba empapada, mis embestidas eran bruscas, me costaba llegarle al fondo, sus piernas me rodeaban, no dejaba de acariciar sus pechos… a cada embestida ella se abría más y más, la hacía sentirme, cada vez que la penetraba, escuchábamos nuestros fluidos moverse, nos reíamos de ello, pero eso a mi me ponía más cachondo.




Me apartó, se levantó y se puso sobre una banqueta, apoyó sus manos en ella, una rodilla, y la otra pierna en el suelo: - No te quedes ahí mirando, ¡fóllame, no me rompo!

Me acerqué a ella masajeándome la polla, manteniendola bien dura, miraba su culo, redondo, su raja bien marcada, con poco pelo, su ano abierto, sus fuertes piernas, su espalda deseable. No sabía por donde empezar, así que hice lo clásico, la sujeté por las caderas, apoyé mi polla en su raja, y suavemente comencé a entrar, - no me rompo, ¿reduerdas?
Se la clavé a fondo, con rabia, una y otra vez, la follé a lo bestia, cogiendo sus tetas, tirando de su coleta, sujeto a sus hombros, se abría y cerraba a mi paso, la polla me ardía al sentir sus líquidos fluir sobre mi nabo, y notaba como mi orgasmo comenzaba a llegar.

- Me voy a correr preciosa
- yo ya me he corrido Jordi

Esa posición era cómoda para mi, mis testículos estaban apretados, mis piernas ligeramente abiertas, mis brazos marcaban el ritmo del polvo, sus piernas temblaban, ssu gemidos se habían convertido en gritos de placer, y yo sentía como mi lava comenzaba emanar.
Exploté, de forma muy abundante, llenandola, sin dejar de meterla y sacarla, haciendo que nuestros fluidos gotearan sobre el suelo, manchando la alfombra, entonces me agaché, metí mi boca en su coño, y lamí los caldos que acabábamos de generar, después de unos instantes, me puse delante de ella, me senté en la banqueta y ella me rebañó lo que quedaba sobre mi sexo.

Disfruté mucho con ella, se lo dije, pero me frenó cuando pedí repetir, pues está casada y tiene un hijo, así que nuestros encuentros se tendrán de limitar a ese local, al menos durante que le dure la suplencia.
Nunca he tenido en cuenta el físico de una persona, y menos el de una mujer, y cada vez estoy más convencido que la felicidad está en cómo se acepta cada cual a si mismo, al prójimo, y en la forma de transmitirlo a los demás.
Este es un homenaje a las grandes mujeres, con curvas, kilos de más, y fuera del estándar que marca la industria de la moda, recordad, sois sexys, si os creeis sexys, y yo me giro cuando veo a una mujer SEXY !!!
Y tu, si tu, que me lees, que sabes realmente que soy así, ¿a qué esperamos a disfrutar de la vida?

10 comentarios:

  1. Eso es lo que decis todos, pero a la hora de la verdad, a quíen os llevaís a la cama? a una tia estupenda, con un cuerpo de escandalo...etc
    bla,bla,bla... se os va la fuerza por la boca, aunque luego cuando conoceís a alguien así, que no entra en lo canones de belleza, os sorprenden y os deja un gran sabor de boca. Pero claro, eso ocurre cuando son ellas las que os han entrado, verdad?

    Un besin.

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  2. Princesa enamorada10 de julio de 2009, 3:32

    Valla, yo soy una chica rellenita y me ha gustado el post. Pero comparto la opinión de encantadora, no me llego a fiar de las buenas palabras.

    un saludo muy fuerte

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  3. Creeis qeu no creo lo que escribo? no hay problema, quedemos cara a cara y lo hablamos, yo he disfrutado mucho con las "rellenitas", y si, me han sorprendido GRATAMENTE.

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  4. CHICAS DEL BLOG DE JORDI, CREERLE. LOS OJOS MIRAN EL ESCAPARATE ANDANTE DE LAS CALLES, PERO ESO NO SIGNIFICA QUE EL DESEO PUEDA ESTAR EN MUJERES RELLENITAS. Y SINO LEER UN BUEN LIBRO QUE OS ACONSEJO A TODAS DE UN SEXÓLOGO AMERICANO IAN KERNER QUE SE TITULA "ELLOS LLEGAN DESPUES". BUENISIMO. OS DAREIS CUENTA QUE A LOS HOMBRES SE LES CONQUISTA DE MUCHAS MANERAS, NO SOLO POR EL FÍSICO. O A VOSOTRAS SI?
    BESOS PARA TOD@S.

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  5. sorprendida gratamente por los giros no esperados q van cogiendo tus relatos...
    un petonet
    ia

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  6. jajajaja Quedar? creo que eso es harto dificil, mas que nada por que estamos bastante lejos, pero que sepas que sigo manteniendo lo que digo.
    Claro que hay muchas formas de seducir a un hombre, no hablo de eso, hablo de que ellos normalmente se fijan en una chica estupenda, lo contrario sería por accidente, como el que no estuviera la otra masajista. Verdad Jordi?
    Un besin.

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  7. QUERIDAS, lo importante en el físico es cómo se utiliza, no el tamaño ni la edad de éste, os aseguro que mis mejores experiencias no han sido con mujeres de medidas perfectas, ni de edades angelicales,... lo mejor me lo ha dado la madurez de la persona y su forma de transmitirme la sensualidad y el erotismo. Acaso vosotras sólo os acostaríais con un tío cachas y guapo? Entonces, qué haríamos los feos????

    Sois todas encantadoras, y me encanta teneros aquí, gordas, flacas, altas, bajas, jóvenes, mayores, a todas, os adoro, porque teneis algo más.... y en saberlo ver y aceptarlo está la FELICIDAD.

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  8. hey solo me recuerda, que tu y yo nada y menos conesa lagarta rondandote jejejejeje estabas mejor con bella

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  9. Rosi, mientras relataba recordaba tus curvas, y tu mano guiando la mía entre tus piernas eres un encanto de dama...

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