sábado, 31 de enero de 2009

te amo incomprensiblemente.


Te amo de una manera inexplicable. De una forma inconfesable. De un modo contradictorio, Te amo con el mundo que no entiendo. Con la gente que no comprende.Con la ambivalencia de mi alma. Con la incoherencia de mis actos, Con la fatalidad del destino. Con la conspiración del deseo. Mi piel extraña enormemente la ausencia de tu piel. Sin
reflexionar,inconscientemente, irresponsablemente, espontáneamente, involuntariamente, por instinto, por impulso, irracionalmente.
No tengo argumentos lógicos
para explicar este amor que siento por vos, Te amo con un cuerpo que no piensa, con
un corazón que no razona, con una cabeza que no coordina.
Te amo incomprensiblemente. Sin preguntarme, por qué te amo. Sin importarme por qué te amo. Sin cuestionarme por qué te amo. sencillamente porque te amo.




Poema creado por Ramiro. http://sintiemposraypao.blogspot.com/

La equivocación

Fui el culpable, el único responsable, el que acabó con la esperanza, con el calor en su corazón.

Me dejé llevar, claro que era ella la que venía a mi mente, pero no le hice caso, miré a otro lado.

El alcohol no es excusa, ni por supuesto no es que ella no me de todo lo que yo deseo, al contrario, es mucho más de lo que yo buscaba en una mujer, pero ahora, todo acabó, todo se fue, todo es gris, triste, muerto.

Pero porqué? Ni yo lo se.

Cuando uno ama de verdad, estas cosas no suceden, pues para empezar ni piensa en ellas, y si se le plantean, pasa. Cuando uno ama a su pareja, no va a lugares, ni queda con gente que sabe cómo acabará, por mucho que él piense: -Yo? Tengo las cosas muy claras, no cederé al sexo.

Pues te equivocas, el hombre no tiene fuerza de voluntad, cuando del sexo se trata, el hombre se deja llevar, en ese momento piensa, total, es sólo un polvo, total, no se va a enterar.

Pero cuando todo acaba, te quedas solo, comienzas a pensar en lo que has hecho, comienzas a ponerte en la piel de la otra persona, en que la has traicionado, en que la vas a hacer sufrir, comienzas a ser consciente de lo que tu error supone, y lloras de impotencia.

Por la mañana, ya que los remordimientos te matan, lo confiesas, la llamas y se lo dices, asumes tu equivocación, y comienza la agonía de miditar en frío el porqué, cuándo falló, qué ha hecho ella para merecer este palo.

Ahora es tarde, el único remedio para esta equivocación, era el haber dicho un NO a tiempo.

Metiste la pata hasta el fondo, y ahora has de asumir consecuencias, pero no son las consecuencias lo que más duele, sino el haber fallado, el haber decepcionado, el haber traicionado a la persona que más te ha amado en tu puta vida.

Dicen que el tiempo lo cura todo, que acaba por ponerlo todo en su lugar, yo creo que mi daño es tan grande que no se si llegará a cicatrizar, tampoco merezco el perdón. Alguno pensará: -pues no la querías. Te equivocas, jamás he amado a nadie como la amo a ella.
De todo esto debo aprender, antes de ceder ante la tentación, medita bien lo que tienes, realmente serías capaz de vivir sin la persona que vas a perder? yo se mi respuesta, pero esa pregunta me la he hecho tarde.
Imaginarla a ella, sola, llorando, eso me mata. Daría mi vida por que no sufriera un sólo segundo.
Ahora solo te puedo prometer una cosa, el día que vuelva a por ti, será para no dejarte ir jamás.

martes, 27 de enero de 2009

MI COLABORADORA BELLA BESTIA

Desde hace tiempo que jugueteo con chicas de chats, todo comienza con una notita inocente, y poco a poco, mi forma de ser les gusta, y acabo quedando con ellas. A bellaBestia la conocí así, en un chat de terra, que no recuerdo de qué iba.

A ella le atraía mi trabajo, eso de viajar continuamente, de dormir en hoteles, buenas comidas de negocios, le atraía, le gustaba, y por coincidencia, su padre tenía potencial de venta del material que yo llevo, para el sector agrario, no daré más pista, pues en este negocio somos cuatro gatos…
Para mí, era simplemente una más, que además podía ser un braguetazo comercial, así que cybertonteamos una temporada, hasta que accedió a presentarme a su padre, como si nos hubieramos conocido de otro modo.

Durante una temporada, la calentaba con mis palabras (tengo buen don de palabra, y me encanta relatar…) ella cedía a mis peticiones de enseñarme un poco de carne de vez en cuando, y yo acababa masturbándome ante la cam, mirando como sus ojos se clavaban en mi polla gorda y dura fijamente, y haciendo un zoom de mi semen al finalizar.

Apenas la vi físcamente, más que la cara y el escote, pero parecía una mujer con quilos de más, y un poco mojigata.

El día que llegué a aquella finca, después de un montón de curvas por caminos de tierra, me recibió un tía espectacular, rubia, preciosa, con un culo tipo cubano que mmmm, me ponía como una moto de verla caminar, sus pezones marcados en la camiseta me hacía desearla. Yo estaba nervioso y cortado por pensar que esa chavala me había visto pajearme un montón de veces. En seguida me presentó a su padre, y después de un rato de negociación, cerré un buen contrato.

La acompañé hasta el almacén para revisar el lugar de descarga, mirando sus caderas moverse, asintiendo a sus comentarios, y pensando en todo lo que le había dicho por msn que le haría si la tuviera delante, y no me dio tiempo a más, de repente dejó caer su pantaloncito corto, y se quitó la camiseta, iba sin ropa interior, tal como me había dicho que me recibiría si algún dia nos veíamos, pero pensé que era coña.

Se me acercó, metiendome la mano en el pantalón, y me agarró la polla, que ya comenzaba a endurecerse, me dijo algo de que a ver si tenía cojones de follármela como le relataba.
Me quedé pasamado intentando recordar todo lo que le había dicho que le haría, y como no sabía qué hacer, la callé de un beso, algo que se me da muy bien, y la acaricié la esplada desnuda, los pechos, metiendo mi mano entre sus piernas mojadas, la puse sobre las balas de paja, abierta ante mi, y metí mi lengua en su coño empapado, lamiendola profundamente, jugueteando con su clítoris, acariciandosu culo con mis dedos, y sus tetasc on la otra mano.

Estaba tan caliente que pensé que poco tardaría en correrme, así que la di la vuelta, puesta culo en pompa ante mi, y deseé encularla hasta que gritara, pero temiendo que alguien nos escuchara, la penetré vaginalmente, empujé mi polla hasta sus entrañas, sus movimientos eran suaves, pues la tenía aprisionada contra la paja, no podía moverse apenas, me ponía a cien.

Cuando estaba a punto de reventar, quise encularla, pero se lo pregunté primero, aunque tenía intención de hacerlo de todas formas, accedió para mi sorpresa, y me follé su precioso trasero, un culo que me encantaba, pocos segundos después nos corrimos juntos, yo llenandola de leche, y ella frotando su coño en la esquina de la bala de paja por mis golpes.

Desde ese día nos hemos vuelto grandes e inseparables amigos o amantes, llámalo como quieras, pero cada mes procuro ir a visitarla, con la excusa de anotar pedidos, y pasar unas horas con ella. Yo estoy casado, pero no soy hombre de una sola mujer, o tal vez si… de Bella.

Ahora BellaBestia tiene un descuento exagerado en los productos que le vendo, y se ha convertido en una de las personas más importantes en mi vida, con la ausencia de la cual no podría vivir.

sábado, 24 de enero de 2009

El amigo de mi hija.





Este joven cada día llega antes!...., Todavía falta más de una hora para que Sandra, mi hija, salga de la universidad, y su amiguito con derechos a roce ya está en la puerta de casa esperándola. Me sabe mal, y  llueve, le diré que espere dentro.

 Pasó al salón, empapado: -¿quieres una toalla y te  secas?Creo que tengo alguna camisa que te irá bien de mi ex esposo.

 Gorka,  es un chico corpulento, deportista,  de apenas 20 años, y lo más importante, que  tiene un bonito culo y mirada penetrante, viene  cada viernes por casa, a recoger a  mi hija para salir con sus amigos, de paso, me alegra la mirada, pues hace ya mucho que no estoy con un hombre, desde mi divorcio, hace ya más de un año, y a nadie le amarga un dulce, y menos a una recién divorciada..

 -En el baño te he dejado ropa limpia y seca, una toalla, y si quieres dúchate,


mientras preparo  un café, ¿quieres?.......

 

Acabé de hacer el café, y fui a decírselo, la puerta del baño estaba ajustada, apenas un par de centímetros me permitían espiar el interior. El ruido del agua me indicaba que seguía dentro de la ducha, podía ver su silueta a través de la cortina semi opaca.


 El agua paró, abrió la cortina, y salió aquél chico de 20 añitos, casi un  hombre , sin un solo pelo en su cuerpo, sin un gramo de grasa, con su miembro colgando, robusto, su cintura perfecta, abdominales y pechos de atleta, me encantan los hombres así.

Se estaba secando, dejó la toalla en su cintura y se acercó al espejo para peinarse, me pareció que me vio de reflejo, pero no estaba segura, así que di un paso atrás por si cerraba la puerta, al no hacerlo, me acerqué de nuevo.

 Se había quitado la toalla, y sus manos estaban acariciando su paquete, ¡ se estaba masturbando! .........

Mi coño estaba mojado, y eso hacía meses que no me sucedía, comencé  a  recordar la sensación del placer, del sexo, deseaba que alguien me poseyera, me acaricié el coño, arremangándome  mi falda.

 


Su polla es grande, dura, hermosa, estaba tan empalmado, casi un palmo de rabo, con las venas marcadas, y sus huevos prietos colgando, entonces se acercó a la puerta sin darme tiempo a reaccionar, abrió pillándome con la falda arremangada y mi mano dentro de mis bragas, le miré a los ojos, sin saber qué decir, me sonrió, bajé la mirada y tenia su polla gigante ante mi, desea comérmela, me dijo, se acarició: -Seguro que Ud.  Folla  mejor que su hija.

 En otra momento le habría dado una bofetada y echado de casa, pero estaba tan caliente, y lo último que deseaba es que se fuera.

Me puse de rodillas, sin dejar de tocarme, alargué la mano, cogiendo la suya y guiándola a mi cabeza, se acercó, y me la metió en la boca. Comenzó a follarme los labios, mi lengua no podía apenas moverse, pues aquella tranca ocupaba toda mi garganta.

 Lo sujeté del culo, y comencé a lamérsela a mi ritmo, notaba como su excitación hinchaba sus testículos, me levanté, lo sujeté de la mano, le senté en el wc, mientras me quitaba las bragas, subí mi pierna sobre su hombro, y metí mi coño en su cara, me estaba masturbando con su mano, su lengua jugueteaba con mi clítoris, para ser un chaval, sabía bastante, pues me hizo llegar un par de veces al orgasmo, pero yo quería su semen dentro mí.

 Me di la vuelta, me senté sobre él metiéndome su  tranca en mi coño, mi espalda en su pecho, sus manos bajo mi blusa, buscando mis enormes y firmes tetas, en el espejo pidía ver como me 

 estaba follando a aquél imberbe de 27 años menor que yo, ¡pero cómo follaba el cabrón!.

 

Apoyé mis manos en el lavabo, y le hice quedarse quieto, nuestro único contacto era su polla en mi coño, subía y bajaba, sentía como se llenaba de semen sus huevos prietos, a  punto estaba de estallar, mi culo ante él, y sus manos sin saber donde posarse, me di la vuelta, me senté ante él, abierta de piernas, sujetando su sexo para entrar a la primera, y me arranqué la blusa. 

Poniendo mis tetas en su cara, viendo como la situación se le había descontrolado, aceleré mi ritmo, hasta que le hice llegar al final, sentí como una erupción de lava que llenaba y ardía en mis entrañas, su polla seguía golpeando el fondo de mi coño, y mi clítoris frotándose en su cintura, arriba y abajo, ahogándole con mis pechos, el hice gritar, y tanto que gritó, gimió, casi le hice llorar, pedía que parara, pero yo quería dejarlo seco, ese hombre no podía volver a follar aquél día a mi hija.

 No paré mis movimientos, simplemente fui más despacio hasta que volví a notar su erección dura, así que volvía a acelerar, y esta vez me corrí con él, mis fluidos mojaban su sexo, y su polla volvía a llenar mi coño de esencia juvenil.

 Ahora, de vez en cuando viene a que le explique los secretos del sexo.

 Lo mejor de todo es que mi hija me explica cómo ha mejorado en el sexo con su  chico… 


Claro, ahora tiene una buena profesora…LA MAMA DE SU NOVIA.

 

 

El repartidor de gasoleo.

Donde yo vivo no hay apenas servicios, para llegar a mi casa se llega por camino de tierra, y tanto el generador electrico, como la calefacción funciona con gasóleo, una vez cada 2-3 meses viene la cisterna a llenar nuestro depósito, y vamos si lo llena, Pablo me llena como nadie.


Hace cerca de 2 años que comenzó a venir él, antes venía su padre, pero ya se jubíló y heredó el camión, yo solía repostar el tractor, pues digamos que era de los trabajos más sencillos que mi padre me dejaba hacer, y ya me fijaba cuando conicidía con Pablo, en su forma de mirarme, me mojaba de solo ver sus ojos deseosos de mi culo, y en cuanto él marchaba, yo buscaba algún lugar donde esconderme, acariciarme y masturbarme, pensando en su cuerpo, en su boca, en su polla.


Un día, le vi llegar, me quedé mirándolo sin caer en que él también me miraba, caminó hacia mi, y nos quedamos mirando uno a otro, giré mi mirada me dirigí a la entrada de la granja para firmar el albarán de descarga, muerta de verguenza, él me siguió, al entrar, me cogió del brazo, y me dió la vuelta, me miró, y salté sobre él, lo besé, con fuerza, montado sobre ese chico fuerte, con algo de barriga, pero no me importaba, sentía como sus brazos me aferraban mientras mi boca buscaba su cuello, sus labios, sus manos me manoseaban el culo, buscando mi entrepierna, iba al grano, y me encantaba.


Estaba caliente, me bajé, y dejé que metiera su mano dentro de mi pantalón, desabroché rápidamente el botón, y lo dejé caer, me di al vuelta y me apoyé sobre las balas de paja, me giré y le dije, -estoy mojada.


Se acercó, metió su mano en mi culo, por fuera de mis bragas, acriciando mi trasero, y cuando legó a mi coño, mis fluidos ya habían empapado mis bragas, yo misma me las bajé, dejandole ver mi coño abierto, mis labios infalmados de la excitación: -quiero sentirte dentro.


Metió su mano, apretando todo mi sexo, entonces introdujo un dedo, moviendolo por mi vagina, luego otro, abrí las piernas más, y luego metió todos menos el dedo gordo, sea agachó detrás mío,
y lamió mi raja una y otra vez, con lu larga lengua........


Yo ya me había corrido, sentirle con ese deseo masturbándome, hacía que me fuera, y lo sigue haciendo ahora, cada vez que le veo. Cuando quise darme la vuelta, sentíc omo su polla entraba en mi coño, llenando todo mi espacio, me sentía llena, deseada, sus manos cogiéndome de los hombros, y tirando de mi cuerpo hacia él, no podía más, me volví a correr, me corrí al menos 3 veces mientras me embestía y me follaba, pero él no se corría.


Entonces yo tenía novio, o algo así, pero este tío habia conseguido de mi lo que el otro tonto no había hecho en más de medio año, tampoco me ponía igual.


Me di la vuelta, le senté sobre la paja, me agaché, y me comí su polla, lamía y acariciaba su pecho, arañando bajo su camiseta su barriga, y sus pechos, subiendo mi mano hasta su boca cuando le sentía gemir, y cuando noté que se venía, cuando noté que el ya no podía, le paré, dejando su miembro en mi boca unos instantes, y mirándole, con los ojos que le habia mirando cada vez.


-menos mal que paras, me iba a correr.


Bajé mi mano hasta mi coño, y sin sacar su carne de mi boca, rozándola con mi lengua suavemente, comencé a masturbarme, tocandome el clítoris, sin meterme nada en el coño, solo por fuera, y enseguide volví a notar como me corría, entoces chupé fuerte, lamí su nabo, chupando, intentando extraer su nectar de sus huevos, moviendo levemente mi cabeza, hasta que sus gemidos fuerno fuertes, y noté como su leche salía y llenaba mi boca, dejé que se fuera, me encanta notar el semen en mis labios, en mi lengua, no dejé de lamerle, goteando todo lu líquido, pasando mi mano mojada de mi por sus huevos, y volviéndome a tocar.


Me levanté, subí sobre la paja, y me la metí toda en mi coño, mojada, caliente, goteando nuestros fluidos, así le tuve unos instantes, besándole, comencé a moverme mientras le aprisonaba contra la pared, hasta que me volvía a correr, y esta vez, sus manos me mandaban, cogiendome por debajo las caderas, metiendome el dedo en el culo, y sintiendo como volvía a irse, dejó escapar un suspiro que apagué con mi boca, y aceleré hasta que me quemó las paredes internas de mi coño, y le exprimí hasta el final.


Desde ese día, nos vemos cada vez que trae el gasoil, y buscamos lugares diferentes donde dar rienda suelta a nuestra pasión. Lo que nose qué opinará su mujer de esto....................



BELLA BESTIA

domingo, 18 de enero de 2009

El baño.

Llegué a casa, y un fuerte y excitante aroma a vainilla entraba por mi nariz, ¿de dónde venía? Miré en la cocina, en el salón, miré en la habitación de la niña, en la de los niños, y nada, no había nadie, entonces, entré en nuestra habitación, asomé la cabeza en el baño, y allí estaba mi amor esperándome. Otra vez me volvía a sorprender, es única dándome gratas sorpresas, qué suerte tuve de cazarla, el día que la conocí.

Allí estaba ella, acabando de encender unas velas alrededor de la bañera, a cuatro patas, mirándome con ojos ardientes, deseosa de mi sexo, en ropa interior, abriendo los grifos.

Me acerqué a ella, dejé sobre el bidé mi ropa, entré en la bañera, y allí de pie, se acercó, agarró mi polla con sus manos sin dejar de mirarme a los ojos, y se la metió en la boca, la mojaba con su saliva, y sus manos no dejaban de acariciarme, apretándome el culo hacia ella, sus movimientos eran rápidos, acompañados de mi cintura, disfruté de su forma de follarme con la boca, me agaché, le desabroché el sujetador, lanzándolo al suelo, la cogí del pelo, la levanté forzándola a apoyarse en la pared, abrí el grifo, y la dejé bajo el agua de la ducha, mientras le dije que allí mandaba yo.

La despojé de sus bragas mojadas, dejándolas dentro del agua, le di la vuelta, apoyada contra la pared, sintiendo el agua caliente caer por su espalda, y más abajo entre sus nalgas, entocnes acerqué mi boca, abría sus nalgas con mis manos, metí mi lengua haciéndole ese beso negro que nunca me deja hacerle.

Mientras, mis manos se deslizaban entre sus piernas, masajeando su clítoris con el dedo índice, mientras mi pulgar hacía las funciones de mi polla, follándola, sintiendo los pliegues internos de su vagina, buscando el deseado punto G, provocando en ella la humedad inmediata.

Cuando sentí que su ano estaba relajado, que sus vaivenes delataban que el orgasmo estaba al llegar, me levanté, sub´su pierna al lateral de la bañera, agarré mi polla, la metí en su coño para mojarla bien, y mientras sus movimientos y sus gemidos se aceleraban, la saqué y la apreté en su ano, seguía relajada, así que de una enbestida la metí hasta los huevos, no tenía fondo, y la sensación era diferente que en su coño. La presión de su año era mucho más fuerte que sus labios vaginales, y sus gemidos expresaban una mezcla de dolor y placer.

Así la sodomicé unos minutos, apoyada en la pared, con sus pechos duros y excitados colgando manoseados por mi mano, y ensartada por mi nabo duro, mientras mi otra mano frotaba su clítoris recién rasurado en círculos, cogí el mango de la ducha, y lo introuje entre su piernas, con el chorro de agua haciendo cosquillas en su campanilla, entonces lo introuje en su coño, llenándolo con el agua caliente, hasta que sus gemidos se convirtieron en respiración acelerada, y sentí como las contracciones de su culo, y el movimiento de sus caderas delataban el orgasmo al que estaba llegando, puso una mano en mi cadera, clavando sus uñas, y haciendo que mis movimientos se acompasarana los suyos, en ese momento exploté en su culo, gritó, pero no dejó de moverse y pedir más, quería más, y ese polvo no había hecho más que empezar.

Cuando nuestro movimientos acabaron de exprimirnos, nos relajamos, me senté en la bañera, y la invité a sentarse entre mis piernas, allí estuvimos acariciándonos y charlando sobre nuestra afición al sexo durante un rato, hasta que le dije que me estaba enfriando, que necesitaba entrar en calor. No tardó ni un segundo, se dio la vuelta, se sentó sobre mi, y comenzó su ritual de besos y roces, sus labios sobre los míos, mis manos en su espalda, las suyas en mi cuello, sus piernas abrazando mi cintura, y un leve movimiento pélvico que adiviné buscaba empalmarme.

Mi cipote ya estaba duro, masturbando su clitoris, sintiendo su coño frotarse en mis testículos, besándonos sin cesar, y, de nuevo, gimiendo.

Bajó su mano, agarró mi nabo, y se lo metió entero de golpe en su preciado sexo, sentí como el calor de sus fluidos abrazaban mi lanza de pasión que nuevamente la ensartaba, entoces echó atrás una mano, apoyándola en el suelo, y comenzó un movimiento de cintura que me puso a cien, la besaba en el ombligo, lamía sus tetas, mordía sus pezones, manoseaba su culo, porque me estaba llevando de nuevo al clímax, y cuando no pude aguantar más, exploté, arrasando el interior de su vagina con mi semen ardiente como lava, en ese instante otra ola de calor quemó mi sexo, era su corrida que se hacía inminente, era su forma de agradecer la pasión entregada, con aquél orgasmo vino algo nuevo, sus gritos apagados, sus movimientos exagerados, salpicando el suelo de agua, y apagando las velas, algunas ya caidas dentro de la bañera, hasta que de repente, la calma.
Nos echamos atrás, nos apartamos, y simplemente, nos acariciamos con los pies durante un rato de silencio.

domingo, 11 de enero de 2009

Patri

La calle estaba oscura, ella sentía como la seguían, como alguien caminaba sobre sus pasos, giró la esquina y se escondió en un bar, a los segundos, aquél tipo entró, se quedó inmóvil en la puerta observando al personal hasta localizarla, se apoyó en la barra: -una caña.
Ella le observaba desde el otro lado de la barra, sus miradas se cruzaban, pero él la desviaba a cada instante, se sentía intimidado por Patri, una mujer madura, de bandera, rubia, alta, atractiva, con mirada penetrante.

Sergio pagó las dos copas, y salió del local, a los minutos, ella salió también, entonces se lo encontró apoyado en la esquina:
-Disculpe que la siga, pero no es la primera vez que la veo, la he seguido otras veces, pero hoy está usted excepcional, no podía perder la ocasión de decírselo. Su abrigo ceñido a sus curvas, esas botas de cuero con tacones de infarto, ¿Puedo invitarla a cenar?
-No, gracias.

Ella dio media vuelta y marchó, cuando llegó a media manzana se paró, se giró hacia él, y le dijo:
-¿Ya te rindes?
-Es que usted me dijo…
-Calla y sígueme.

No se atrevía a ponerse a su altura, simplemente la seguía, entraron en una portería, ella entró al ascensor y le dijo: -Cuarto piso, si quieres seguir con esto, sube. Señalando las escaleras.

Cerró la puerta y aquél ascensor antiguo comenzó a subir despacio. Por los cristales podía observar como Sergio subía con afán los escalones de dos en dos, mirando en cada rellano la cara de Patricia.

Cerró la puerta:
-Pasa y siéntate, ¿quieres tomar algo?
-Un vaso de agua, por favor.
-No, un whiskey te hará más falta.

Ella se sentó al lado suyo en el sofá, sin desabrocharse el abrigo, y cruzando las piernas dejando ver sus pantorrillas con medias de malla, él se acercó poniendo una mano sobre su pierna, ella la apartó al instante: -Mucho corres tu, pero esta es mi casa, y aquí mando yo.

Sergio no dijo ni una palabra, simplemente asintió con la cabeza.

-¿porqué me sigues?
-Ya se lo dije, porque hace días que…
-Si, ya, pero porqué, para qué, con qué fin.
-Bueno, yo, es que, me siento atraído…
-¿Sexualmente?
-Si, es que me gusta…
-Eres poca cosa para mi, soy demasiada mujer para un niño como tu.
-Bueno, es que…
-Cállate cabezota y tómate el whiskey de una vez.

Sergió tragó aquél liquido que le quemo la garganta, y le hizo entrar más en calor de lo que ya lo estaba.

-¿Puedo acercarme?
-Cuando yo lo diga, ¿olvidas que es mi casa? En mi casa hay normas, y harás lo que yo te diga, cuando yo te lo diga, si te parece bien te quedas, sino, lárgate y no me hagas perder el tiempo.

Sergio se levantó, y dirigiéndose a la puerta le dijo:
-discúlpeme, pero yo no se si estoy preparado para…
-Cállate y desnúdate, déjame ver tu pecho.

Su mente se quedó en blanco, Sergio se bloqueó, tragó saliva, y comenzó a desabrocharse la camisa, dejando ver su cuerpo de adolescente sin un solo pelo. Luego se desabrochó el cinturón:

-No, quieto, de momento así me basta, vaya cuerpo de niño que tienes, anda, acércate a mi, a ver de qué eres capaz.

Asustado, se acercó hasta quedarse ante ella, Patri cogió su mano, y le hizo arrodillarse entre sus piernas, las abrió dejándole observar sus piernas completamente, mostrándole que no llevaba ropa bajo aquél abrigo ceñido, mostrando el liguero negro que sujetaba esas medias de malla desde el corsé de charol brillante que apretaba su cintura y sus perfectos pechos. Enseguida acercó sus manos a la entrepierna, y ella, nuevamente se las apartó.
-¿Qué haces? Sin manos, desnúdame y cómeme.

Levantó una pierna apoyándola en el sofá, la otra en el suelo. Sergio no atinaba a morder el tanga para bajarlo, estaba nervioso, no sabia dónde se había metido, y tenía miedo de que ella le hiciera algo que él no deseaba.

-¿A qué esperas eunuco? Si lo tengo que hacer yo, ¿para qué te necesito?

Apoyó sus manos en el suelo, a cuatro patas ante ella, sometido a su voluntad se acercó, y acarició su pubis por encima del tanga con la lengua, oliendo el aroma íntimo de Patricia, lamiendo su raja marcada en aquél tejido, mojando con su saliva cada rincón de sus ingles, entonces acercó sus manos cogiéndola de las caderas, y entonces: Plashh! Un golpe en su espalda le hizo incorporarse:
-¿Qué te he dicho? Harás lo que yo te diga, cuando yo te lo diga y como yo te lo diga, si estás aquí es para darme placer, cuando yo considere que te lo mereces tu también sentirás placer.

Patri le acababa de picar con una fusta inglesa, y Sergio estaba medio acojonado, aunque por otro lado, le gustaba aquella situación, cada vez se sentía más cómodo acariciando a la que en aquél momento era la Dominadora de la situación.
Ella le facilitó las cosas quitándose el tanga, dejando al descubierto aquel coño rasurado presidido por un clítoris grande y saliente.

Ahora la lengua de Sergio acariciaba libremente cada rincón, lamía su campanilla y la introducía en el sexo de Patricia, lamía arriba y abajo, intentaba penetrarla hondamente, pero apenas podía más que unos centímetros.

-Ahora ya puedes desnudarte, a ver que tienes entra las piernas.

Sorpresa la que se llevó ella, al ver aquél cipote fino, pero largo, empalmado ante ella.

-Mastúrbate para mi.

Él se la sujetó con fuerza, y comenzó a meneársela ante su ama, suavemente, y acelerando el ritmo, sus ojos miraban fijamente la entrepierna de Patri, imaginándose gozando dentro de ella.
-Acércate.

Le puso la polla a un palmo de su cara, deseando explotar y salpicarla de su esperma, pero cuando ella vio que comenzaba a gemir, y que tardaría instantes en venirse, se la sujetó con la mano y paró sus movimientos, apretándole los testículos con la otra fuertemente, le dijo: -Recuerda, cuando yo quiera. Y le golpeó de nuevo con la fusta en las nalgas.

Ella se levantó, le dio una bofetada: -ahora fóllame con tu lengua.
Apoyada culo en pompa sobre el sofá dejó que su sumiso hiciera lo ordenado, apoyada en el respaldo sintió como una lengua lamía sus nalgas, de vez en cuando mordisqueaba, hasta que ella le decía que no lo hiciera, entonces sintió como la lengua de aquél chaval se abría paso en su ano, ella relajada, dejaba que lo hiciera: -Recuerda no correrte, puedes masturbarte, pero si te corres, se acabó.
Él siguió masturbándose mientras la lamía profundamente, primero su culo, luego hasta la raja, entrando y saliendo de su sexo, lamiendo la campanilla que entre sus piernas colgaba.

Cuando ella sintió que aquello le gustaba, y que le faltaba poco para correrse, le empujó y lo tumbó sobre el sofá boca arriba, se subió sobre él, poniéndose en cuclillas a unos centímetros de su cara: -¿quieres probar mi sabor? Ahora lo probarás.
Él sacó la lengua, mientras que ella comenzó a balancearse, adelante y atrás, dando golpecitos con su fusta al nabo empalmado y mojado del chico: -Mastúrbate, quiero ver como te sale la leche.
Ella se estaba mojando, sentía como aquél chaval que se había colado por ella se estaba dejando someter a su tortura erótica particular, se imaginaba el placer que un esclavo tan obediente le podía llegar a dar, follándoselo cuando ella quisiera, haciendo que la masturbara, obligándole a lamer, chupar…

Apoyada en el respaldo, en cuclillas sobre Sergio, dejó caer todo su peso en la boca del chaval, ahora él se comía todo el coño, ella se frotaba, pasaba su clítoris por la barbilla del chico, y luego hasta la nariz, dejándole ver su culo y su vagina al deseoso que no dejaba de masturbarse, ella comenzó a correrse, sentía un orgasmo profundo, desde el estómago, un cosquilleo, hasta que ya no pudo más: -bébetelo, me corro, bébete lo que salga de mi.

Los jugos manaban de su interior, mojando la barba de cuatro días del chico, apoyada sobre él, sin dejar de moverse, y observando como aquella polla estaba a punto de explotar, se acercó a ella, la engulló, la lamió, apretó sus huevos contra su boca, haciéndole llegar casi hasta el final, entonces, cuando vio que él ya no podía más: -no te corras, aguanta un poco más.
Se apartó, se sentó en una silla, puso las piernas junto a Sergio, mostrándole todo su sexo, y comenzó a masturbarse con la fusta, frotándosela primero arriba y abajo, introduciéndola suavemente después, entonces Sergio acercó la mano, la sujetó, y siguió masturbándola él, mientras con su otra mano se daba placer.

Patri estaba excitadísima de la situación, para ser un chico sumiso, tenía iniciativa, ella abrió un poco más las piernas, echó atrás su cabeza, mostrando sus pechos desnudos salidos del corsé, cogiéndose fuertemente a los brazos de la silla, y moviendo sus caderas, hizo que la masturbara más a fondo, mirando como él seguí masturbándose, ella se dejó llevar, sus espasmos delataron que se estaba corriendo, entonces murmuró: -Ahora, ya puedes correrte para mi.
Sergio se levantó rápidamente, y sin dejar que ella reaccionara, comenzó a correrse sobre sus pechos, salpicándola hasta en la cara, escupiendo su cálido semen por las tetas de aquella preciosa dominadora, que acababa de rendirse a él.

-¿Cómo te llamas?
-Sergio.
-La próxima vez, cumple mis órdenes.
-Así lo haré, ama.




Dibujo cortesía de: http://airesabiertos.blogia.com

viernes, 9 de enero de 2009

La Bacanal

Era fin de año, y no tenia planes, de repente sonó mi móvil, era MªRosa, mi hermana:

-Meritxell, ya puedes arreglarte, vestido de noche, vamos a una cena de gala en casa del socio de Alf.

¡Me invitaba a una fiesta en uno de los edificios mas lujosos de Manhattan!, nada mas y nada menos que en el Seagram , solo dos condiciones: vestido de noche y mascara veneciana, ufff me pareció interesante y divertido. Me puse un vestido de seda color chocolate acompañado por un broche de diamantes dejando ver uno de mis hombros al descubierto, zapatos de tacón de aguja y el pelo suelto, y mi mascara veneciana con pedrería Swarovski, regalo de mi ex del carnaval de Venecia.

Me presenté a la hora justa, junto con mi hermana y su marido, nos abrió un caballero corpulento con una mascara que le cubría todo el rostro, me invito a entrar muy amablemente, me sirvió un margarita de inmediato, todo era perfecto y elegante, música suave, camareros con la bandeja de aperitivos, bebidas.....

En un momento de la fiesta tuve ganas de ir al baño, como el piso era tan grande no tuve más remedio que investigar dónde podría estar, cerré la puerta entrando a un pasillo largo con puertas a lado y lado, imaginé que estaría al fondo y al pasar por una de las puertas escuché gemidos de varios tonos distintos, me detuve intentando adivinar de qué eran, imaginando una pareja follando en un despacho, mmm.

De repente sentí alguien detrás mío, el caballero corpulento que me había abierto la puerta con una máscara que cubría todo su rostro se encontraba tras de mi: -soy el señor H el dueño de esta casa, ¿quieres participar?
No sabía a qué se refería, no entendía lo que me decía.
-Disculpeme, pero no le entiendo.
-No hay fiesta que se precie sin algo prohibido. ¿Quieres entrar y lo ves? Pero si entras no puedes salir hasta que yo lo disponga. Pero confía en mi, te gustará.

Dudé unos instantes, pero recordaba que mi hermana comentó que el dueño era el socio de su marido, por lo que podía confiar en él. Acepté.

Abrió la puerta, y a la vez abrí mis ojos alucinada. Un montón de personas desnudas y en ropa interior, besándose, masturbándose, tocándose, follando, tapadas con sus máscaras. Morenos, rubios, negros, blancos, atléticos, gordos, jóvenes y mayores, al menos veinte personas de todo tipo.

Me di la vuelta hacia la puerta, justo al escuchar como se cerraba: -Ya no puedes salir, hasta que yo lo permita, puedes participar, o bien mirar, pero es obligatorio quitarse el vestido, por cierto, todos son de confianza, amigos sanos, no tengas dudas.

Observaba como los hombres manoseaban sus pollas, hasta tenerlas duras, entonces alguna mujer se acercaba, se agachaba, la lamía, o bien la acariciaba, y comenzaba el juego sexual. Una mujer atada en la pared mientras uno tras otro pasaban y la follaban, un hombre apoyado en una mesa comiéndole el coño a una chica mientras otra lo enculaba con un vibrador plateado, mujeres comiendo pollas, otras haciendo el 69, pero no pude reconocer a nadie, sólo veía pollas, coños, culos, tetas, sexo, sexo, mucho sexo.

Mis dudas se habían desvanecido, si tenia que pasar horas allí, y nadie me reconocía, iba a disfrutar a tope, me quedaban 2 dias en NY, y esto tenía que vivirlo.

Me desnude y me dejé llevar, jamas había visto algo así, me estaba imaginando entre esos hombres, follada, necesitaba una polla, estaba tan caliente que tuve un orgasmo mental sin darme cuenta, sin poder controlarlo, me mojé.

El socio de mi cuñado se acercó a mi, me cogió en brazos y me puso sobre una especie de altar de piedra con cojines boca arriba, allí se acercaron cuatro hombres, me abrieron de piernas y me sujetaron los brazos y los pies, no podía moverme, una mano me acariciaba mis pechos, mientras una chica rociaba un aceite por mi cuerpo, todos a la vez masajeaban mi piel, unos labios taparon los míos, una lengua invadía mi boca, entonces sentí una mano entre mis piernas, tocando mi sexo, y otra más tocando mi pubis, ahora una boca lamía mi coño, me estaba mojando muchisimo, mis pezones duros por el roce de manos aceitosas, me elevaron las piernas, y sentí como una polla se abría paso en mi coño, no era muy grande, pero se movía bien, entonces paró, se apartó, y otra polla entró, esta algo más blanda, pero las manos de aquél tio apretaban tan fuerte que solo las embestidas valían la pena, a los minutos, cambió y entró otro, esta ya era una polla dura, un tío negro por lo que pude ver, los otro me miraban y me acariciaban mientras manos de mujeres les masturbaban paró, y entonces sentí la polla más grande y dura que jamás me había follado, me abrió los labios del coño suavemente, pero en cuanto entró su capulló, una embestida me llegó hasta mi estómago, una follada tras otra, y comencé a gemir, y a gritar de placer, esa polla estaba abriendo tanto mi excitado coño que casi me dolía, pero me dolía de gusto.

Cómo follaba aquél tío, cómo llenaba cada rinconcito de mi sexo con su carne, como apretaba mis caderas con sus brazos, como sacudía todo mi cuerpo en cada golpe de su pelvis.

Grité, un chorro de fluidos míos invadió mi coño, mojando su sexo, él lo notó, pues aceleró es ritmo, estaba teniendo una de las mayores corridas que jamás habia tenido, sin parar de chorrear, sentí como ahora él me ahogaba con su semen, su corrida fue aún más cuantiosa que la mía, y en cada sacudida podía escuchar el sonido de nuestro fluidos mezclándose y saliendo de mi coño, ahora sí notaba sus huevos apretando mi culo, sus manos en mis tetas, su respiración acelerada, entoces paró en seco, y una voz femenina familiar dijo: -Vaya, ya la habéis iniciado.

Me incorporé un poco, y pude ver como los tíos que me había follado estaban follando bocas ajenas, y mirandome a la vez, via mi hermana que se acercaba, me besó en la boca y al oído me dijo: -él es el mejor, disfrútalo.

Estaba mojadísima, mis corrida caía por mis piernas, miré a mi alrededor, cogí a aquél tío de la mano y me puse culo en pompa sobre aquella tarima, con mis manos abrí mis nalgas ofreciéndole mi culo y mi coño, se agachó, lamió mi almeja mientras mojaba mi ano con aceite, masturbándo mi culo posteriormente con su dedo hasta que me volví a correr, que placer.

-¡Fóllame! ¡Folládme!

Uno a uno me fue penetrando nuevamente, mientras su dedo seguía en mi culo, ahora agarré una de aquellas pollas negras con mi mano, la acerqué a mi boca, y la lamí, chupaba fuertemente, mientras sus fuertes brazos apretaban mi cabeza, dejé que follara mi boca, con mis manos busqué más hombres, cogí una polla en cada mano, y las pajeé, ahora ya sentía como sus dedos invadían mi ano, mientras me follaban, entonces se paró, sentí como su carne se apretaba a mi ano, y poco a poco se abrió paso, me dilaté lo suficiente como para soportar el dolor, que en breve comenzó a ser placer.

Sentir tantas pollas para mi hizo que me corriera varias veces, que gritara en cada orgasmo, y podía vera las mujeres, entre ellas mi hermana, mirandome.

Ya no pude más: -¡Quiero vuestro semen!

Las manos femeninas de mi hermana ayudaban al negro en mi boca, mientras alguien más lo hacia con los tios de mis lados, bajé mis manos, abrí mi culo para él, y volví a correrme, justo cuando sentía la leche negra llenar mi boca, casi atragantándome y los gemidos de hombres a la vez que me salpicaban caldo de sus pajas por la espalda, me encantaba ser la dueña, entocnes lo noté, mi culo que había sido virgen hasta aquél día se llenó de su corrida, mi coño también deseaba su nabo, y él sabía como acabar aquél polvo, la sacó de mi culo, y me la metió hasta el fondo de mi vagina, de un golpe seco, grité, y me corrí, me dejé llevar a la vez que aquél tio se quedaba seco dentro mío, ya no podía más, y dejé que su cuerpo descansara sobre el mío unos instantes,sintiendo sus contracciones y las mías acompasadas en mi coño.

Acabado esto, me susurró que era la mujer más ardiente que había conocido, y que su telefóno me lo dejaba en mi bolso.
Al marchar me llevé un chasco, pues no había tal nota…