sábado, 24 de enero de 2009

El repartidor de gasoleo.

Donde yo vivo no hay apenas servicios, para llegar a mi casa se llega por camino de tierra, y tanto el generador electrico, como la calefacción funciona con gasóleo, una vez cada 2-3 meses viene la cisterna a llenar nuestro depósito, y vamos si lo llena, Pablo me llena como nadie.


Hace cerca de 2 años que comenzó a venir él, antes venía su padre, pero ya se jubíló y heredó el camión, yo solía repostar el tractor, pues digamos que era de los trabajos más sencillos que mi padre me dejaba hacer, y ya me fijaba cuando conicidía con Pablo, en su forma de mirarme, me mojaba de solo ver sus ojos deseosos de mi culo, y en cuanto él marchaba, yo buscaba algún lugar donde esconderme, acariciarme y masturbarme, pensando en su cuerpo, en su boca, en su polla.


Un día, le vi llegar, me quedé mirándolo sin caer en que él también me miraba, caminó hacia mi, y nos quedamos mirando uno a otro, giré mi mirada me dirigí a la entrada de la granja para firmar el albarán de descarga, muerta de verguenza, él me siguió, al entrar, me cogió del brazo, y me dió la vuelta, me miró, y salté sobre él, lo besé, con fuerza, montado sobre ese chico fuerte, con algo de barriga, pero no me importaba, sentía como sus brazos me aferraban mientras mi boca buscaba su cuello, sus labios, sus manos me manoseaban el culo, buscando mi entrepierna, iba al grano, y me encantaba.


Estaba caliente, me bajé, y dejé que metiera su mano dentro de mi pantalón, desabroché rápidamente el botón, y lo dejé caer, me di al vuelta y me apoyé sobre las balas de paja, me giré y le dije, -estoy mojada.


Se acercó, metió su mano en mi culo, por fuera de mis bragas, acriciando mi trasero, y cuando legó a mi coño, mis fluidos ya habían empapado mis bragas, yo misma me las bajé, dejandole ver mi coño abierto, mis labios infalmados de la excitación: -quiero sentirte dentro.


Metió su mano, apretando todo mi sexo, entonces introdujo un dedo, moviendolo por mi vagina, luego otro, abrí las piernas más, y luego metió todos menos el dedo gordo, sea agachó detrás mío,
y lamió mi raja una y otra vez, con lu larga lengua........


Yo ya me había corrido, sentirle con ese deseo masturbándome, hacía que me fuera, y lo sigue haciendo ahora, cada vez que le veo. Cuando quise darme la vuelta, sentíc omo su polla entraba en mi coño, llenando todo mi espacio, me sentía llena, deseada, sus manos cogiéndome de los hombros, y tirando de mi cuerpo hacia él, no podía más, me volví a correr, me corrí al menos 3 veces mientras me embestía y me follaba, pero él no se corría.


Entonces yo tenía novio, o algo así, pero este tío habia conseguido de mi lo que el otro tonto no había hecho en más de medio año, tampoco me ponía igual.


Me di la vuelta, le senté sobre la paja, me agaché, y me comí su polla, lamía y acariciaba su pecho, arañando bajo su camiseta su barriga, y sus pechos, subiendo mi mano hasta su boca cuando le sentía gemir, y cuando noté que se venía, cuando noté que el ya no podía, le paré, dejando su miembro en mi boca unos instantes, y mirándole, con los ojos que le habia mirando cada vez.


-menos mal que paras, me iba a correr.


Bajé mi mano hasta mi coño, y sin sacar su carne de mi boca, rozándola con mi lengua suavemente, comencé a masturbarme, tocandome el clítoris, sin meterme nada en el coño, solo por fuera, y enseguide volví a notar como me corría, entoces chupé fuerte, lamí su nabo, chupando, intentando extraer su nectar de sus huevos, moviendo levemente mi cabeza, hasta que sus gemidos fuerno fuertes, y noté como su leche salía y llenaba mi boca, dejé que se fuera, me encanta notar el semen en mis labios, en mi lengua, no dejé de lamerle, goteando todo lu líquido, pasando mi mano mojada de mi por sus huevos, y volviéndome a tocar.


Me levanté, subí sobre la paja, y me la metí toda en mi coño, mojada, caliente, goteando nuestros fluidos, así le tuve unos instantes, besándole, comencé a moverme mientras le aprisonaba contra la pared, hasta que me volvía a correr, y esta vez, sus manos me mandaban, cogiendome por debajo las caderas, metiendome el dedo en el culo, y sintiendo como volvía a irse, dejó escapar un suspiro que apagué con mi boca, y aceleré hasta que me quemó las paredes internas de mi coño, y le exprimí hasta el final.


Desde ese día, nos vemos cada vez que trae el gasoil, y buscamos lugares diferentes donde dar rienda suelta a nuestra pasión. Lo que nose qué opinará su mujer de esto....................



BELLA BESTIA

1 comentario:

  1. Bella. tienes el teléfono pues yo tengo deposito de gas-oil, y la verdad no me desagradaría un reto así.

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