lunes, 29 de junio de 2009

Cómprate un coche más grande

Me acerqué a ella, cogiendola de la nuca la besé, sintiendo sus labios carnosos, acariciando su nuca, su cuello, metiendo mi mano por su espalda, agarré su otra mano y la puse sobre mi paquete, le hice notar lo excitado que estaba, quería que sintiera que mi excitación era inusual, por encima de las otras veces, esta vez, venía muy predispuesto a ella.

Me desabrochó con frenesí, rápidamente, como con miedo a que se deshinchara, recuerdo sus ojos al sacarla de mis calzoncillos, abiertos totalmente, tapándose la boca con la mano, cogiéndomela, apretándola y sonriendo pícaramente.

Mi polla tenía las venas marcadisimas, la piel tensa, el prepucio medio salido, brillante por las primeras gotas de mi excitación, mis los testículos bien duros, apretados a mi tranca, sujetados por su mano, mientras que la otra tiraba atrás la piel, acercando su boca, sacando su rosada lengua, pasándola por mi punta, primero, lamiendo esas gotitas de líquido preseminal, luego bajando por el lateral de mi rabo, hasta mis lelgar a mis testículos, mordiesqueándolos, enguyendolos, luego volviendo a subir por la parte de abajo llegando, nuevamente, a mi capullo, metiéndolo en la boca, mordisqueándolo, pasando su lengua por cada rincón, para engullir profundamente mi sexo, hasta su garganta, pero esta vez, le costaba llegar.

Yo la miraba, disfrutaba de sa escena, de verla entusiasmada con aquella polla, como si fuera la primera vez que la veía, que la provaba, disfrutaba viéndola agachada ante mi, en el suelo de mi coche, mientras intentaba acercar mis manos a su trasero, ella me empujaba atrás nuevamente, quería lamerme bien, dejarme a punto del orgasmo, y loc consiguió. Cuando me tuvo a punto, que mi respiración se había vuelto acelerada, se apartó, desabrochándose la camisa, dejándome ver sus pechos, se sacó el sujetador pudiendo acariciar, por fin, sus pezones erizadísimos, duros.

- Quítatelo todo.

Se desnudó ante mi, mientras yo me quedaba también sin ropa, me senté en el centro, la puse encima mío, me la cogió fuertemente, abrió sus piernas, y sin soltarla la dirigió a su coño empapado.

Su pelo caía sobre mi cara, miraba sus ojos clavados en su entrepierna, sin perder ni un solo detalle de lo que la estaba penetrando, entonces se dejó caer, y un gemido se escapó de su garganta, fue muy claro, su gemido indicaba que la estaba llenando completamente, que sentía como las paredes de su coño se expandían al paso de mi carne, indicaba, también, que sus fluidos lubricaban abundantemente su vagina, y que mi polla ya tocaba el fondo de sus entrañas, como a ella le gustaba notar.

Suavemente comenzó a cabalgarme, entre los gemidos de dolor al sentirme a fondo, y los de placer, mi excitación hacía que estuviera a punto de correrme en más de un momento, la eché atrás, apoyada en el apoyabrazos delantero, observando como su sexo engullía el mío, y lo dejaba salir, una y otra vez, haciendola gozar con mi dedo acariciando su clítoris, rozando los labios hinchados de su vagina, pasando mis manos por sus piernas, por su cintura, sus pechos, su cuello llegando a su boca, sitiendo su lengua moverse.

La pegué de nuevo a mi, la besé, y la puse a un lado, a cuatro patas, con un brazo en el asiento y otro en el respaldo de atrás, me puse de pie, medio agachado sobre su espalda, abrí sus nalgas, metí mis dedos sintiendo todo su coño empapado, la encoñé desde atrás, hasta sentir su grito, volví a ensartarla, la cogí del pelo y de los hombros, marcando mis dedos en su piel, la metía a fondo, contínuamente, quería que me sintiera como nunca, con rabia, ella pedía más, insaciable: - más, no te pares, más, más adentro, vamos Jordi, no me rompo!!!

Eso me daba coraje, cogido a su cuerpo, la empujé abajo, apoyando su cara y sus tetas en el asiento, ahora si me movía bien: - ¿me notas? Ahora es cuando me vas a notar explotar en tu interior.

Paré mis movimientos, la apreté fuerte, y me concentré en mi polla, se me hinchaba, retuve un poco más mi explosión: - Jordi, te noto, noto como estás a punto de… reventé llenando toda su cavidad de mi leche, en el momento que ella gritaba: - Sii, siii, más.

Me mantuve concentrado como ella me había enseñado en mi orgasmo, disfrutando de cada sensación, de cada movimiento, de cada gota de mi que salía en ella, notando como sus fluidos también salían y se mezclaban con los míos.

- Cariño, a ver si te compras un coche más grande….

sábado, 27 de junio de 2009

Tus pechos


Apoyado en tu brazo, en esta habitación de hotel, me fijo en la silueta de tus pechos, grandes, redondos, perfectos, los pezones rosados medio duros, relajados por el tremendo esfuerzo del sexo disfrutado, sintiendo, aún, en tu interior, el calor de mi esperma que llena cada rincón de tu entrepierna.

La ténue luz de la lámpara de la mesita de noche se refleja en la sedosa piel de tus senos mojados, aún, por las gotas de mi sudor que sobre ellos he derramado durante nuestro orgasmo.¿sientes mi respiración? Te deseo.

Deslizo mi mano para alcanzar la cumbre de uno de ellos, posando mi dedo sobre el pezón que reacciona inmediatamente a ese contacto, masajeo en círculos alrededor de su aura, acariciando con mis dedos, de vez en cuando, el resto de tu piel, pasando de un pecho a otro, sujetándolos, apretando ligeramente para que sientas el calor de mi mano mientras tu cadera siente poco a poco la excitación que de mi sexo se apodera.

Tus pechos son fuente de mi inspiración, siento en ellos cobijo, me gusta poner mi cabeza y escuchar el eco de tu corazón, me encanta sujetarlos cuando te sientas sobre mi, penetrada, masajearlos, acariciarlos, lamerlos, apretarlos fuertemente cuando me llega el orgasmo, adoro aferrarme a ellos cual bebé hambriento y mirar cómo el agua caliente cae sobre ellos durante nuestra ducha.

Dejo de imaginar, y vuelvo a tus senos, paso mi mano hasta tu cintura, llegando a tu pubis, mojando mis dedos en nuestros fluidos mezclados para volver, una vez más, a entretenerme con tus pezones ya duros, noto como logran la dureza de tu excitación, observo tus ojos cerrados, concentrados en las sensaciones, tus labios entreabiertos deseando que sean cerrados por los míos, siento tu mano rozar mi pene, te beso, te vuelvo a hacer mía.

martes, 23 de junio de 2009

La frase tonta de la semana...

Emulando a Bella...
Tengo una pregunta, me gustaría saber cuál es aquella frase que os han dicho, o habéis dicho que más os ha provocado un sentimiento, una sensación, un algo...
Se habla de la palabra más bonita del mundo, que si amor, que si paz, que si pimientos en vinagre, pero todas esas palabras están vacías sin un contexto.
Yo os diré la mía, mi frase, que más doy a entender cuando la digo es:
" Te necesito tanto..."
Quiero expresar no tan solo una necesidad física, sino una necesidad sentimental, esa persona es mi todo, por ello la necesito, es mi alimento, mi agua, mi gasolina... mi luz.
Y las vuestras?? mis bell@s, digo relatist@s???? jejejeje

sábado, 20 de junio de 2009

Un volcán en mi barco

Aquél día, cuando marché, me olía l mano a ella, su humedad empapó mi piel, y su aroma íntimo me acompañó toda la tarde, marché con la esperanza de volver a verla.


El viernes tuve mi segundo encuentro con esta amiga, quedamos en una cafetería de Port Ginesta, Castelldefels, donde tengo amarrado mi velero, allí llegó ella, a las 3, tal como habíamos quedado, llevaba un vestido blanco, largo, con tacones y un escote muy sujerente.

- ¿Comemos algo?
- Sólo un café, no tengo mucho tiempo y me gustaría ver tu barco.

Nos habíamos dado un par de besos en la mejilla, pero me supo a poco, y se lo dije, inmediatamente se levantó, se acercó a mi, y me dio un beso profundo en la boca, dejándome saborear el café de sus labios.

Salimos de la cafetería y caminamos hacia el barco, la cogí del brazo para ayudarla a subir:

- Ya me he mojado otra vez.

No dije nada, bajamos las escaleras de cubierta, primero ella, y luego yo, al bajar y darme la vuelta, estaba con la falda arremangada, apoyada en la mesa, con sus piernas al descubierto y sus nalgas sin ropa interior.

No me lo pensé dos veces, esa mujer entrada en los cuarenta me ponía como una moto, y no quería desperdiciar esa oportunidad.
Me acerqué a ella, mirándola, pasando mis manos sobre su suave piel, mientras ella simplemente me miraba con ojos de zorra, me encantaba.

Le subí un poco más el vestido, para verla mejor, me senté tras ella y acerqué mi boca, comencé a lamerla, su sabor era dulce, estaba mojadísima, aparté sus nalgas e introduje aún mas mi lengua en su interior, jugando con su campanilla, lamiendo y chupando sus labios vaginales, rozando el contorno de su ano. Se estremecía.

Me quité la ropa, me acerque a ella empalmado, y la metí entre sus piernas, para que me notara, sin penetrarla, ella se movía para que lo hiciera, tiré de su cabello hacia mi, le quité el vestido, y comencé a besarle la nuca, la espalda, el cuello, haciendola notar toda mi carne en la puerta de su coño dilatado, ella se apretaba a mi, bajando su mano, acariciándome la punta, y forzando la penetración lo consiguió, la penetré con la punta:

- ¿Sólo eso? ¡Párteme el culo con tu polla!

La ensarté brúscamente, ella sonreía: -más, hazme explotar más.

Tiraba de su melena penetrándola hasta las entrañas, cogiendo sus pechos en mis manos, clavando sus piernas en la mesa, abriendo su culo para llegar mása fondo.

Me apartó, me sentó se puso de rodillas y me agarró la polla con las dos manos, lamía, chupaba, me la meneaba, y volvía a lamerla, pero sin dejar de mirarme, hasta que no pude más y exploté en su boca, sonrió, gimió, me miraba con mi semen en sus labios, pasandose la lengua y relamiéndose como una gata.

Seguía empalmado, y quería más, ella se echó atrás, abrió sus piernas y comenzóa masturbarse, metía sus dedos en la vagina, luego los lamía, volvía atocarse el clítoris, me daba a lamer sus dedos.

Tenía que dominar a esta mujer, se la metí hasta el fondo, ella gemía, el barco se movía, una y otra vez se la clavaba, sentía sus paredes contraerse con fuerza, el fondo de su coño golpeaba con mi polla, sus tetas se movían como flanes, sus ojos se cerraban, echaba la cabeza atrás, hasta que comenzó a gemir fuertemente, gritar, los espasmos de su coño demostraban el orgasmo, su calor cual volcán en erupción quemaba mi cipote, y mi semen comenzaba a mezclarse con su esencia, no dejé de follarla hasta que se rindió, dejó caer sus piernas, y mo cogió del cuello apra besarme, convulsionando su vagina para acabar de exprimirme, aprentando yo mis huevos para dejar en ella hasta mi última gota.

Sinceramente, chica, eres un volcán.

miércoles, 17 de junio de 2009

Hacer el amor


No podía más, llevábamos un rato allí, sin decirnos nada, simplemente comiendo las fresas que traje para cenar, viendo las noticias en la tv, cruzando nuestras miradas.

Estaba disgustada, los celos injustificados nos habían hecho discutir, y yo deseaba ponerme en mi lugar, pero con ella, es imposible.

Sus suaves manos cogían una a una las rojas fresas, se la acercaba poco a poco a la boca, y la saboreaba con sus labios antes de comérsela, eso sin dejar de mirar la tv, sus pezones estaba duros, no se si por la excitación de estar desnudos a la espera de algo, o por la brisa que entraba por la ventana, las gotas de agua caían sobres su pecho, resbalando hasta su sexo.

No pude más, me acerqué a ella, le quité la fresa que tenía en ese momento en la mano, la acerqué a su boca, y se la pasé por sus labios, antes de morderla la acerqué a los míos mordiendo la puntita, para posteriormente acercarla a su pezón, frotándola por su pecho, luego al otro, hasta bajar ente sus piernas a rozar sus clítoris, la eché atrás, y estuve unos minutos pasando la fruta entre sus labios vaginales, masturbando su campanilla, observando su reacción a mis roces.

Me metí la fresa en la boca, me puse sobre ella, abriendo con mis piernas las suyas, acerqué mi sexo al suyo, y suavemente comencé a introducirme en su interior, abriéndome paso por las paredes carnosas de su vagina, llenando cada hueco de sus entrañas con mi polla.

Al llegar al fondo, me detuve, quería que notara toda mi dureza, que sintiera como mis venas se hinchaban en su interior, gracias a lo que ella provocaba en mi, que sintiera aquello que tantas veces le ha hecho gozar. Acaricié sus pechos con mis manos, la sujeté de las caderas elevando sus piernas sobre mi cintura, me puse a su altura, y mirándola a los ojos la besé como el primer día: comencé besando la comisura de sus labios, luego por debajo de su cuello, acariciando su pelo y su nuca, mordiendo su yugular suavemente, volví a su boca y junté mis labios con los suyos, pasando mi lengua por el interior de éstos, encontrándonos en nuestras bocas, acariciando nuestras lenguas, sin dejar de hacerla sentir mi hinchazón en su interior, apretándola fuertemente a mi cadera.

Comencé mis movimientos de vaivén, despacio, sin prisas, sin dejar de besarla, sintiendo sus reacciones, sintiendo la fuerza de sus piernas aprisionándome y marcando su ritmo, me aparté, mirándonos a los ojos aceleré mi ritmo, ella notaba que no tardaría en explotar, y sus piernas no me dejaban despegarme de su interior, me eché atrás, el calor de la habitación y de nuestra pasión hacía que las gotas de sudor cayeran sobre sus pechos, provocando aún más su erizamiento, ella miraba como goteaba sobre su piel, pasando sus manos por sus pechos.

Sentí como se me hinchaban las venas de mi entrepierna, como mis testículos se apretaban fuertemente,. Volví sobre su boca, y con un profundo beso la hice sentir la explosión de mis fluidos por su interior, rebosando hasta el exterior en cada embestida profunda que hacía por la fuerza de sus piernas.

Comenzó a gemir, a clavarme las uñas en la espalda, a apretarse fuertemente contra mi, así estuvo agarrotada unos segundos, y de repente se dejó caer desvanecida sobre el colchón, abrió sus piernas, y me abrazó contra su pecho acompasando nuestras respiraciones.

Habiéndonos reconciliado de esa discusión, le di el regalo que tanto me había ilusionado comprarle… aunque a ella le gustó mucho más el primero… y a mi.

En mi sillón

Mientras me quitaba la americana, se sentó poco a poco y mirándome, levantó su pierna derecha sobre el brazo del sillón. En la penumbra podía ver sus braguitas marcando su sexo, con sus medias blancas dando un toque más erótico-juvenil si cabe.
Colgué mi americana en la percha, me quité la corbata, y mientras mi giraba desabrochandome la camisa, ella comenzó a acariciarse:

- Jordi, desnúdate para mi, poco a poco…

Me fui acercando a ella, rodeandola por detrás, observando como sus manos acariciaban entre sus piernas, como subía una bajo su camiseta de tirantes que ya marcaba sus pezones duros, arremangándosela, dejando los pechoa al aire. Se la quité, mientras ella dejaba caer al suelo sus bragas y su falda, su dedo rozaba el clítoris, la cabeza echada atrás, mientras yo dejaba caer al suelo mi camisa y comenzaba con mi pantalón.

Se pellizcaba los pezones, manoseándose suavemente el pecho, mordiéndose el labio inferior, comenzando a gemir, mirándome sin cesar, con una mirada felina, de vez en cuando metí sus dedos en su vagina, y luego los subía mojados de sus fluidos y los lamía como si fuera mi polla.

Al quitarme el pantalón ya solo mi boxer contenía mi erección fuertemente marcada por la situación, ella se percató, y volvió a meter sus dedos en su coño, buscando ese punto que la vuelve loca, mientras, la otra mano acariciaba su cintura hasta llegar al clítoris, donde se entretenía haciendo circulos, vibrando.

Me acariciaba el paquete, metiendo mi mano dentro,y me quité el boxer, me agaché, y a cuatro patas me acerqué hasta ella, poniendo mi boca a escasos centímetros de la acción. Sacó sus dedos de su vagina y me los dio a probar, los lamí, uno a uno, luego todos de golpe, saboreando el dulzor especial que tiene su esencia.

Sus manos agarraron mi cabeza acercándome a su clítoris, entonces sustituí sus dedos por mi lengua, mientras ella abría más aún sus piernas, ahora cada una sobre un brazo del sillón, ofrecida totalmente a mi, a mi disfrute.

Me entretuve lamiéndola, jugueteando con su clítoris y mi lengua, chupandolo, absorviéndolo, comiéndomelo completamente con mi boca. Bajando mi lengua hasta su raja, emtiendola como si duera mi polla, buscando su punto de no retorno, encontrándolo, y cuando comencé a sentir sus gemidos, comencé a subir por sus cintura, su ombligo, pasando mi lengua por sus pechos empitonados, hastallegar a su cuello, justo en el momento en que mi polla alcanzaba la entrada de su coño.
Me detuve, mirándola a los ojos, subí mis brazos par cogerme en el respaldo, y sin dejar de mirarnos, ni decir palabra, la ensarté profundamente, hasta el fondo y comencé a sentir un calor intenso de su esencia, al cubrir cada milímetro de mi piel, los ojso se le abrieron, se colgó de mi cuello, y comencé a ensartarla profundamente, cada vez al máximo, haciéndola sentir los golpes de mis huevos en su culo en cada embestida, tirando del respaldo para penetrarla más porfundo.

Sus gemidos se mezclaban con intentos de decirme algo, pero el orgasmo no se lo permitía, cerró sus piernas, me besó y así exploté dentro suyo, provocando que me apretara mucho más fuerte al sentir el calor de mi lava en sus entrañas.

lunes, 15 de junio de 2009

EL MONTE

Pasó hace tiempo….

Por fin, un día de excursión los dos solos...

La zona es preciosa, bosques repletos de hayas, pinos negros, y otras especies que desconozco, grandes laderas, que en alguna época remota fueron bases de glaciares ya extinguidos, y que ofrecen pasto a las vacas de la zona, todo ello rodeado de altas montañas, repleta de fauna variada, pajarillos, alguna ardilla, y sobre todo vacas!!!!

Dejamos el coche en un descampado, al pie de un río de agua procedente de las filtraciones de glaciares y nieves de la zona, agua gélida, no me atrevo ni a meter los pies... comenzamos nuestra excursión, me encanta, llevamos una mochila con lo justo, agua, bocadillos, unas chocolatinas, una toalla, papel de wc, ufff, nunca se sabe cuándo puede llegar el momento......

La caminata fué demoledora, cerca de 2 horas de subida incesable, apenas nos cruzamos con unos excursionistas, pero todos ellos ya de vuelta, pues a ti no te gusta madrugar, y eso de ir a la montaña, incluso te da pereza, a mi me viene a la cabeza que en la tranquilidad de las alturas, podremos buscar un lugar escondido, para comer algo y descansar (eso te crees tu, no tengo precisamente ese pensamiento en mi cabeza, jejeje, ya me conoces).

Por fin el mejor momento de una excursión, el de la comida, preciosas vistas, un precipicio a nuestro piés, y un bosque espeso detrás, tu te preguntabas porqué me salí del camino, ahora lo entiendes, no?

Hace un día espléndido, estamos en pleno mes de agosto, pero a esta altitud el aire es fresquito, apenas 18 grados ambiente, y tus pezones lo delatan. Hace ya rato que te miro, tu no te diste cuenta, pero yo me imaginaba lamiéndote, tus pechos, apretados a mi cara, acariciándote la espalda, mmmmm.

Pusimos la toalla en el suelo, preparaste los bocadillos como si de un picnic se tratara, a mi me daba igual, ya tenía ganas de acabar de comer!!!! aún estabas tu por la mitad de tu sandwich, que yo ya cogí un chocolate, lo había dejado al sol y comenzaba a derretirse, me acerqué ati, te quité el bocadillo de las manos e introduje el chocolatito en tu boca, no dejabas de mirarme a los ojos, simplemente no dijiste nada, te relajaste, unté tus labios de chocolate negro, con mi mano izquierda te desabroché la cremallera de tu chándal, no llevabas camiseta! tu ya lo esperabas! mmmm cómo me excité en ese momento.....te tumbaste, yo a tu lado, apoyado sobre mi lado izquierdo, seguí untándote de chocolate, mordiste mis dedos, te acercaste a mí. me cogiste de la nuca y acercaste tus labios a los míos, lamimos el chocolate casi afrodisíaco, y degustamos nuestras lenguas, dejabas ver tus pechos, bien sujetos en su sostén, metí mi mano, aún con chocolate, y acaricié uno de tus pezones, rígido, duro, excitado, bajé mis labios hacia esos pechos, imaginados minutos atrás y mordí el pezón por encima de la ropa, desabroche el sujetador por el centro, muy práctico, sobretodo para el fin que yo buscaba, y pude ver completos esos dos hermosos senos, redondos, perfectos, con sus pezones rosados, dirigidos hacia mi, como señalándo su objetivo. los acaricié a la vez, uno con cada mano, volví a lamerlos, deslicé mi mano derecha debajo de tu pántalón, desabroché la cuerda anudada, y descubrí que no te pusiste bragas, qué sorpresa, todo el pubis bien depiladito, y húmedo, muy húmedo, abierto, esperándome, el clítoris claramente marcado en el centro, y mis dedos chocolateados jugando con él, estoy super excitado.

Brilla el sol, se escuchan pajaritos cantar, pero ni un alma, sólo el horizonte ante nosotros, íntimo, muy íntimo.

Me apreté a ti, mi polla, dentro de mis pantalones, apunto de reventar de gusto, te diste cuenta, me empujaste, caí de espaldas, te pusiste encima mío, bajaste mis pantalones, y mis calzoncillos, apareció allí, sólo para ti, mi miembro erecto, con sus testículos apretados en la base, poco pelo, sabes que me gusta ir limpio, depiladito, también, apretaste tu boca contra la verga, rozando con los dientes el glande, succionando, moviendo al son de tu boca con tu mano, y con la otra apretando mis huevos, uffff nadie lo hace como tu, pareces una profesional del tema.... casi me corro, pero no deseo hacerlo todavía, creo que esto debe durar un poquito más, lo deseo, te cogí del pelo, te subí a mi, me levantaste la camiseta, y te metiste debajo, mordisqueabas mis pezones, y a la vez abrias tus piernas para notar la punta de mi pene en la puerta de tu vagina, deseaba penetrarte, hasta el fondo, de golpe, un movimiento seco y acertado, pero levantaste tu culo, y no llegué, subiste encima mío a gatas, abriste tus piernas y de rodillas sobre mi cara me ofreciste tu clítoris, qué vista, es el paraíso, tu clítoris mojado en primer plano, más allá tus grandes pechos, duros, y detrás tu hermosa mirada de deseo, con la boca entreabierta, con un poco de mi semen en los labios, comencé la faena que tanto me gusta, saqué mi lengua y comencé a lamer ese clítoris tan deseado, casi no me hacía falta moverme, porque tú lo hacías por mí, estás tan excitada! te dejaste caer atrás ligeramente, lo suficiente para llegar con tu mano a coger mi polla, me masturbabas, y cada vez te movías más fuerte, te cogí del culo con una mano, con la otra la subí a tus pechos, y a tu boca, lamieste mis dedos, mi pulgar, te levantaste, te giraste y te montaste en posición del 69, lamiste fuertemente, tu clítoris en mi boca, goteando de tus fluidos, mis manos en tus nalgas, tus manos en mi pene, apretándolo y pajeándolo, succionado con tu boca, aghhhhhhhhhhh, me corro!!!! no paras, me quieres dejar seco, qué gusto, no dejo de lamerte y apretarme a tí, te noto venir, ya te vas , noto como te corres! me estás llenando la boca de tus fluídos íntimos, y yo también te lleno, me gusta!!!! como me estoy corriendo, no pares, no pares! me lo tragué todo, me encantó, tu hiciste lo mismo, mmmmm te amo.
Todavía no he podido coger aire, ya te diste la vuelta, e introdujiste mi pene erecto en tu vagina, creo que todavía me puedes dar más, a mi me va a costar un poco, ya sabes que a los hombres nos cuesta recuperarnos para el segundo. Pero cómo te mueves, No has dejado de correrte en todo este rato!!! sigues y sigues, yo no puedo más, estás sentada encima mío, te encanta la posición dominante de tenerme dabajo, te pongo la mano en el vientre, noto como mi pene golpea en tu interior, me estás mojando todo! no aguanto más, sólo con verte botar enciam mío, tus pechos saltando, tu mirada hacia el cielo.....tus manos cogiendo mis caderas... me coy a correr de nuevo, mírame, te cojo de la cintura te meneo, te sacudo, alante y atrás, saltas, gimes, gritas, me arañas el pecho, desfalleces, te caes encima mío, te cuesta recuperar la respiración, no dejas de mover tu pelvis, nos hemos corrido juntos, qué placer. Ha sido fantástico. Sigue mordiéndome el cuello, gracias. Desnudos en la naturaleza, qué aroma, a ti.

Dormimos un poquito para recuperarnos antes de bajar? Hoy nos espera una hogera en el refugio del monte.

Delicioso sabor.

jueves, 11 de junio de 2009

Natalia, la decisión

Esta mañana Natalia me llamó, un tanto alterada, por el café con Rosi de ayer.

Nos hemos visto, hemos hablado y he tomado una decisión:

Yo no quiero acostarme con todas las mujeres posibles, no os considero trofeos, ni que esto sea una competición. El hecho de que me gusten las mujeres muchísimo (os recuerdo que lo de sitges pasó a la historia) no significa que me acueste con toda la que me lo proponga.

Natalia me ha demostrado con la charla de esta tarde ser alguien especial, alguien con la cabeza muy bien amueblada pase a su cara de niña, y madura. Me ha demostrado que es una mujer como a mi me gustan, por lo que he decidido dedicarle más atención, y respetarla como mujer, como persona y como amiga.

Bella, seguirá apareciendo en mis escritos, porque no deja de ser una gran inspiración para mi, conozco su cuerpo a la perfección, y es una musa única.

Natalia, como no, está en mi presente, estará en mis relatos, y otras mujeres con las que pueda fantasear, incluso contigo, que ya me lo has pedido.

Rosi, agradezco de corazón tu propuesta, y te aseguro que eres una tía espectacular, y que tienes una madurez con mucho encanto, pero de momento, me dedico a otra mujer.

Volveré a escribir sin incluir mi vida en ello… o si, quien sabe.

Recordad, Los Relatos son fantasía…
… aunque a veces se conviertan en realidad.

miércoles, 10 de junio de 2009

Rosi, el café

Hemos quedado en el Viena de Manresa, digamos que en el centro me conocen… bastante, y prefiero… no pasearme por allí, además, los dos teníamos prisa, y era lo más rápido.

Me ha dejado asombrado, llevaba un vestido blanco con falda corta y vuelo, algo escotado, pero sin exagerar, buenas y bonitas curvas, unos cuarenta y tantos (dejemoslo así), morena, muy guapa de cara, pecosa y ojos esmeralda.

Entramos en el Viena, estuvimos charlando, no hacía más que preguntarme por Bella, por Natalia, “un poco cotilla…” pero no me importaba, me gustaba mirarla de cerca, incluso me cogió el móvil para mirar las fotos de Bella que llevo allí (eso me pareció muuuy cotilla), me puse de pie a su lado, y le dejé mirar… mientras, yo observaba sus bonitos pechos desde la altura, ¿te diste cuenta?

- ¿Te acostarías conmigo, Jordi?
- Uff, no me lo esperaba, la verdad Rosi, eres fabulosa, pero, ahora no debo, tal vez, más adelante… (para mis adentros, pensé que si, ahora mismo, y tanto)

Se quedó un tanto seria, pero en seguida la hice sonreir, esplicándole alguna anécdota sexual, como mi paseo por la otra acera…

- ¿Me acompañas al coche?
- Y tanto.

Llegamos a un Seat Málaga.
- ¿este es tu coche?
- Si tu supieras los polvos que he pegado en él… me gusta y nunca ha fallado.
- Buen coche, no muy moderno, pero buen trasto…

Entre risas nos dimos dos besos, mientras la sujetaba por la cintura haciéndole sentir mis manos, la comisura de nuestros labios se acercó bastante, pero no quise darle importancia.

Entró en su coche con olor añejo, bajó la ventanilla, cerré la puerta y me apoyé en ella, sin darme tiempo a decir nada más, me sujetó la nuca, y me robó un beso profundo, sensual, intenso, largo, saboreándonos, jugando con nuestras lenguas.

- ¿Qué tal? ¿Mejor que Bella y Natalia?
- Rosi, con un solo beso no puedo comparar.

Cogió mi mano llevandola entre sus piernas, poniéndomela sobre su coño, pudiendo notar sus bragas empapadas de sus fluidos, mientras me dijo:

- Me he mojado sólo con besarte, imagínate lo que puede pasar cuando nos acostemos.
- Tal vez con eso si pueda comparar.

La besé en los labios y marché.

La verdad, no me esperaba tener tanta aceptación con vosotras, y me apetece comparar.

BELLA & NATALIA

Se, que las comparaciones son odiosas, pero …..quiero que sepais como es una y la otra, y que os quede claro, ellas para mi no son ni trofeos, ni unas más, al contrario, son personas a las que aprecio, y quiero a mi lado

Bella: rubia de piel clara, fibrada, 1.78 cmt, 100 de pecho siliconado, labios sensuales, ojos azul verdoso, melena larga, y unas piernas que no se acaban núnca.

Natalia: morena, 1.53 cmt, 90 de pecho, dudo que sean naturales, pero los tiene muy bien puestos, ojos negros, melena larga lisa y negra, pequeñita toda ella, manejable, e incansable, y me deja agotado.

Ambas son el ying y el yang, muy diferentes en aspecto y forma de ser, pero muy terribles en el sexo, a Natalia la manejo como a mi me apetece, se deja hacer, Bella es mas temperamental, no le gusta que la manden, es ella la que maneja la situacion llevándote a su terreno, y dejándote extasiado.

En cuanto a la corrida, ambas son igual, ardientes y muy expresivas, aunque Bella es más payasa, bueno es la unica payasa pues consigue que me ria mientras me corro, y yo soy un tío serio…
Natalia, en cambio necesita el contacto físico en el orgasmo, mirar a los ojos, besar, expresar lo que siente.

La verdad, me quedaría con las dos, porque las dos son… especiales para mi, pero ellas son mujeres libres, así que ellas tienen algo que decir, ¿no?


Para mi es muy importante el sabor íntimo de mi pareja, y ellas, saben muy bien.


Natalia, creo que tengo mucho por descubrir de ti, y deseo hacerlo, quiero seguir saboreandote, conociéndote, sintiéndote.

lunes, 8 de junio de 2009

Espiada

Ayer, después de votar en mi colegio electoral de Manresa, subí en moto hasta el pueblo de Bella, donde ella tenía que asistir en la mesa electoral.



Allí entré, me puse al lado de la puerta donde no podía verme, y la estuve mirando, durante un buen rato, miraba como cogía el Dni de los votantes, miraba su nombre, la foto, a la cara del individuo/a, miraba la lista, cogía la regla y pasaba el boli tachando el nombre.



Es una labor sencilla, tal vez, pero quería verla haciendo esa función, seria, correcta, no como cuando tenemos nuestros encuentros, que no hace más que conseguir que achine mis ojos continuamente.




Vestía ligera, sencilla, camiseta y falda hasta la rodilla, el pelo recogido en coleta alta dejando ver su bonita nuca y los pendientes de oro blanco y brillantes que le regalé, los tirantes de su camiseta adornaban sus desnudos hombros, así como los votantes podían inclinarse y observar su canalillo, entre sus hermosos pechos, redondos, marcando los pezones, eso que tanto le gusta ella.



Observaba como cruzaba esas piernas morenas y bien depiladas, con sus zapatos de medio tacón que las estilizaban.

Esa cara sin maquillaje, preciosa, que la hace tener cara de niña, sonreía sin cesar a un mosso d'esquadra que estaba al otro lado de la sala, junto a la mesa de papeletas, él le devolvía la sonrisa, y perdía su mirada en ella, como yo, sin cesar.




No se, me sentí raro y marché sin decirle nada.


Bella, subo la semana que viene, me encantaría verte, no huyas, ni me mandes a tu padre ni a tu hermana, deseo verte a ti y charlar, de negocios y de otras cosas.

jueves, 4 de junio de 2009

Natalia: El Postre

Después de esa gran mamada, marchamos a tomar unas tapas al puerto de barcelona, durante la cena comentamos cosas del blog, de personas que intervienen en el blog, de ella, de mi, fantasías, le enseñé fotos de Bella, con el móvil, e hizo algún comentario comparativo que no repetiré…

Su mirada era curiosa, parecía una niña que acababa de descubrir un mundo nuevo, y eso me dio mucho morbo, me tenía impaciente, deseando salir del bar ese al que la llevé.

Camino del coche nos besamos, en cada rincón oscuro que encontrábamos, parecíamos adolescentes, jajaja. En el coche Natalia dijo:
- Y ahora qué?
- Confía en mi.

Fuimos hasta la Mar Bella, en poblenou, allí aparqué el coche a pie de la arena y me dispuse a disfrutarla.

La hice bajar, y la besé contra el capó, mordía su cuello, acariciaba su cintura, masajeaba sus pechos sin el sujetador que dejó en el coche junto con el tanga, le hacía sentir mi excitación en aquél lugar oscuro.

Subí su camiseta, pudiendo observar sus pechos jóvenes y bien formados que había manoseado, bajé mi boca, los lamí, los besé, los mordí, eso le gustaba, sentía sus manos en mi nuca transmitiendo sus sensaciones, mientras mi mano ya buscaba bajo su falda, acariciaba su pierna, sentía la suave piel de sus muslos.

Me desabrochó la camisa, luego el pantalón, dejando entre los dos mi cipote nuevamente duro, cogido por su mano, la otra me apretaba el culo, mientras se dedicaba a besar mi pecho depilado para esa noche.

Le sujeté la cabeza, besándola, sintiendo su lengua con la mía, notando la dureza de sus pezones en mi piel, la levanté fácilmente, pues es pequeñita y muy manejable, abrió sus piernas rodeando mi cintura, y la penetré, me costó entrar, pero suavemente fui abriendo paso en aquél coñito empapado.

Estuvimos follando contra la puerta de mi coche hasta que noté que me venía, entocnes paré, la bajé, le di la vuelta, y la ensarté desde atrás, aprisionada contra el coche, abriendo sus nalgas con mis manos para follarla bien, acariciando sus pechos con una mano, y la otra en su boca, dejando que me lamiera los dedos.

Después la estiré en la arena, metí mi cabeza entre sus piernas, y le hice una comida a conciencia, entreteniendome en su clítoris mientras mis dedos la masturbaban, acariciando cada pliegue de sus labios, rozando con picardía su ano, lo cual le hacía soltar alguna que otra sonrisa. Subía mis manos hasta sus tetas, luego hasta su boca, sin dejar de lamerla, chuparla, mordisquear su campanilla, meter mi lengua profundamente hasta que los gemidos de su orgasmo comenzaba a aumentar de volumen, entonces me subi hasta ella penetrándola sin dejar de besarla, me senté con ella encima, permitiendo que marcara su ritmo, en breve aceleró, gimió, echandose atrás me dejaba ver como mi polla era engullida una y otra vez por su coñito bien rasurado, hasta que comencé a avisarla de que no podía aguantar, que mi orgasmo llegaba:

- Dámelo todo Relatos, lléname de ti, hazme sentir como Bella.

No aguanté, y apretada fuertemente a mi exploté inundándola de mi corrida, sintiendo las contracciones de sus músculos vaginales, sintiendo como sus caderas se aferraban a mi polla para que no la sacara.

Me dejé caer atrás, y ella sobre mi, quedandonos extasiados en el silencio de la noche.

Tal como tu habías dicho, Natalia, fue un gran polvo, EL POLVO PERFECTO. Repetiré, si a ti también te apetece, pero esta vez prepararé algo especial, muy especial.

miércoles, 3 de junio de 2009

Natalia: Por fin nos conocemos

Como no le he pedido permiso para poner su nombre, omito esa información.


Recibí su sms, salgo a las 22h. gasolinera de …. en calle….. de Barcelona

A las 21:30 a estaba allí, repostando mi BMW de empresa, después de estar todo el dia en una feria en Barcelona, tal como le había dicho.

En el momento de pagar me reconoció, pues el fin de semana nos vimos por cam. Para mi fue sencillo reconocerla, bajita, morena, pelo liso larguísimo, ojos grandes e intensos.

- Hola.
- Hola, por fin “Relatos”, te haces de rogar.
- Mejor así, he de lavar el coche, ¿puedo?
- Cerramos la máquina a las 21h, pero te acompaño yo, espérame.

Le estuve esperando hasta que dieron las 22h, entonces vino, metió una ficha, entró en mi coche y me hizo ponerlo en la entrada del túnel de lavado.

Comenzó el baño de espuma, y me acerqué a ella.
- Dime, ¿porque tanto interés?
- Tus relatos me hacen soñar.

Su mano se posó sobre mi pierna, mientras que la mía hizo lo propio. Me acerqué a su rostro angelical, nos quedamos así unos segundos, sonriendo, simplemente. Le robé un beso, y ella se abalanzó sobre mi, apoyada en mi pecho sus labios abrían los míos, mi lengua buscaba la suya, mi sexo tomaba forma, mientras mis manos se introducían bajo su camiseta, acariciando su espalda, desabrochando el sujetador, manoseando su trasero, subí su falda, y bajé el tanga que llevaba metiendo mi mano entre sus piernas, sintiendo esa piel rasurada en la palma de mi mano.

- Quiero probar tu semen.
- Estoy a tu disposición.

Su mano se afañaba en desabrochar mi bragueta, sacando de ella mi polla durísima. Bajó hasta ella, agarrandola con las dos manos, apoyando su cintura sobre el apoyabrazos del coche, dejando su culo en pompa a mi disposición. Pasé mi mano bajo su falda nuevamente, acaricié sus labios vaginales entreabiertos, notando la humedad de su coño, rozando ligeramente el clítoris inflamado de la exictación.

Eché mi asiento atrás, dejándole espacio para maniobrar, parecía mentira, para lo pequeñita que es físicamente, lo poco que se notaba, aparte de en su peso. Su boca engullía mi polla como si nada, sus manos apretaban mis huevos, su lengua recorría cada rincón de mi sexo, succionando, chupando para sacar jugo de él. Mis dedos ya estaban bien introducidos en su coño, buscando el punto que a ella le daba más placer, el lugar del que conseguía sacar un gemido, comencé a masturbarla sueve con mis dos dedos, y en cuanto noté que ella marcaba el ritmo, metí mi dedo gordo hasta el fondo de su vagina agarrando con el resto su clítoris, metiendo y sacando como una polla.

Pero ella la come de muerte, una de las mejores mamadas que he recibido, justo cuando el secador del lavado arrancó con ese ruido potente, mi polla explotó en su garganta, sus movimientos aprisionando mi mano en su interior le hicieron venirse, mojando mis dedos, sin cesar de engullir mi tranca, sin dejar ni una sola gota de mi esperma sobre mi piel, sin manchar el pantalón de mi traje.

- ¿Cenamos algo?
- Yo ya he tomado aperitivo guapo, pero quiero postre.

Hasta aquí puedo relatar, si ella me da permiso, seguiré con el “postre”



" En el pote pequeño está la buena confitura"