lunes, 27 de julio de 2009

Reencuentro, caca de vaca

Llegué temprano, habíamos quedado al mediodía, pero de los nervios que tenía de volver a verla no podía dormir, así que me levanté temprano, me duché, me perfumé con un perfume que me regaló Bella, me puse un traje nuevo y corbata. Salí de casa, cogí el coche y marché destino La Seu, por el camino paré a desayunar en Bagá, un pueblo a mitad de camino.

Cuando llegué, en la oficina sólo estaba su padre, con una visita, me dijo que fuera en coche hasta el sector donde tienen las vacas, que ella estaba allí y me atendería, ya que él marchaba a Barcelona enseguida.

Aparqué detrás de los establos, comencé a buscarla, no os lo imaginais, pero tiene unos establos inmensos, con decenas de vacas. Escuché música, supuse que era ella, acostumbra a trabajar con música.

Me acerqué, y la vi agachada, con una pala, moviendo algo, vestía un mono tejano, que le marcaba bien su hermoso trasero, el pelo recogido en coleta, tapado con un pañuelo, y sin nada debajo, sólo el sujetador, de un bikini, imaginé.

- ¡Bella!
- No te acerques, espera.
- No importa.


¿Porqué no le hice caso? Qué pesteeeeeee!!!!

Estaba amontonando caca de vaca, los pies metidos en el meollo, la ropa salpicada de excrementos de vaca, al menos llevaba guantes, pero me dio un nosequé, perdió todo su sex-appeal de repente…

- Jordi, ¿porqué no me haces caso? No te esperaba hasta el mediodía.
- Lo siento, nunca te hago caso. Te he añorado mucho…
- Espera en el coche, estás guapo.

Esperé dentro del coche, a los 15 minutos apareció ella, se puso delante, sonriendo dejó caer un tirante del mono, luego otro, la ropa se aguantaba sólo por sus pechos, que ya no llevaban sujetador, lo dejó caer hasta la cintura a la vez que se tapaba los pechos con un brazo, con el otro me hizo un gesto de seguirla con el dedo.
Salí del coche, dejando mi americana en el asiento, con prisas caminé tras ella, pasó una puerta, al llegar no la veía, la llamé y no contestó, por fin la vi, apoyada en unas balas de paja, me recordaba a nuestro primer polvo en su granja, fue en otro pajar…

- Ven, te deseo.
- No imaginas lo que he soñado con este encuentro.

Dejó caer por completo la ropa, apartándola con una patada, se quedó en tanga, me acerqué a ella, acaricié su mejilla con mi mano, su hombro, su brazo, me agaché deslizando su tanga por sus piernas, subió una sobre mi hombro, acerqué mi cara a su sexo rasuradito, lamí su pubis, rozando su clítoris, pasando mi lengua por sus labios vaginales, sin dejar de acariciar sus caderas con mis manos, subió la otra pierna, sobre mis hombros, pudiendo tener ante mi su sexo abierto, húmedo, con aroma a ella, dulce, apetecible.
Aceleré mis lametones, penetrándola con mi lengua, absorviendo sus fluidos, sintiendo con la punta de mi lengua cada pliegue de su piel, del interior de su vagina, cada relieve de su rajita, explorando su clítoris, en círculos, arriba y abajo, mordisqueándolo provocando sus gemidos, subiendo mis manos hasta sus perfectos y preciosos pechos, duros, erizados, pellizcando sus pezones.

Mi polla iba a reventar el pantalón, me levanté, ella se incorporó, bajó mi bragueta, luego la goma del boxer, y apareció mi polla, dura, húmeda, erecta como nunca, con las venas marcadas.
Bella sonrió, susurrando algo sobre el tiempo que hacía que no la tenía en sus manos, acercó su lengua, mirandome de reojo, la paseó por toda la piel, por cada vena, la elevó mirando hacia arriba, mordisqueando mis testículos, haciéndome cosquillas al lamerme desde ellos hasta el capullo, entreteniéndose al engullirme, moviendo su lengua en su boca junto a mi carne, masajeándome en una paja perfecta, succionando rítmicamente en cada movimiento.

Desabrochó mi cinturón, luego el pantalón, me sujetó de la cintura y me acercó a ella abriendo sus piernas, mirándonos a los ojos al penetrarla profundamente, mmm, qué placer, qué sensación, notar el calor de sus fluidos sobre mi pene, sentir abrirse las paredes a mi paso, notar sus piernas sobre mi espalda, sus manos aferrándose a mi cuello, su boca buscando la mía sin cesar, provocando de mi cintura movimientos rítmicos, acelerados, profundos, sacándola y metiéndola hasta el fondo.

Observaba como sus pechos botaban al ritmo de mis embestidas, se movian como flanes, lamía y mordía sus pezones duros, sujetando su cabeza al besarla. Yo estaba de pie, ella estirada, miraba como se mordía el labio inferior, cerrando sus ojos, estirando sus brazos arriba, sientiendo como mi orgasmo comenzaba a llegar.

No pude controlarlo, exploté llenándola de mi semen, sujetando su cintura, sin ralentizar mis movimientos, clavando mis uñas en su piel, echando mi cabeza atrás, apagando mis gemidos, dejándome llevar por el placer que sentía en ese momento, cuando acabé, la saqué, apoyándola sobre sus clítoris, y mantuve suaves movimientos mientras volvía a besar sus labios, acurrucado en ella, conseguí que con mi polla algo más blanda que minutos atrás la masturbara como el manolito que una vez le regalé, pronto sentí como su corrida llegaba, su piernas volvían a aferrarse a mi, y sus manos me mantenía apretado contra sus pechos.

Fue un polvo maravilloso, un desquite de tantos meses sin ella. Nos dimos un baño en la piscina, desnudos ya que estabamos solos, allí hicimos el amor nuevamente, subida sobre mi, con sus piernas rodeando mi cuntura, y simplemente, besándonos y sintiéndonos profundamente.

La invité a comer, fuimos con el coche a Andorra, pero eso lo relataré en otro momento… y Bella, ¿cuál es tu versión?

3 comentarios:

  1. Casi no me queda versión, solo decir que no me haces caso, y el sexapel , glamour con caca de vaca es normal que desaparezca, quien te mandara llegar dos horas antes jejejeeje.

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  2. jajajaja. No siempre es bueno llegar sin retraso. ;)

    Genial, me encantan tus relatos, simples, sencillos, y he encontrado lo que me encanta de los relatos eróticos, que trasmitan las palabras, y tu trasmites mucho más que eso.

    Gracias por compartirlo.

    Besitos.

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  3. Bella, pues si te ha dado para escribir chiquilla.

    Damita, un placer tenerte por aquí, siempre procuro que mis relatos transmitan algo más que no sólo sexo.

    Para mi es un gran placer poder compartir con vosotr@s mis fantasías y realidades.

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