martes, 4 de agosto de 2009

Andorra, bajo la lluvia

Aparqué el coche y la dejé mirando tiendas, tenía que recoger un encargo, quedamos en la calle principal, cerca de una perfumería, el día estaba muy oscuro, nublado y fresco, el viento hacía desapetecible el paseo por lo que poca gente andaba por allí.

La vi llegar, se había cambiado de ropa, ahora llevaba, aparte de sus zapatos de tacón alto, vestido blanco y negro de una pieza con falda al vuelo, melena suelta, y su bolso a juego, y una gran sonrisa iluminaba su rostro.

Sin mediar palabra nos besamos, sus labios me supieron a gloria, tan deseados, tan soñados, su forma de besarme tenía embelesado, moviendo la lengua junto a la mía, acariciando mis labios, mientras los míos buscaban su cuello. Habíamos venido en el coche y simplemente nos habíamos mirado, sonreímos, nos acariciámos las manos, las piernas, y poco más.

Mis manos la sujetaban firmemente de la cintura, no deseaba que se apartara, quería sentir sus firmes pechos sobre el mío, su cuerpo calentar mi cuerpo.

Comenzó a llover, así que caminamos aceleradamente buscando algún refugio, en una calle oscura, vacía de gente. Al girar la esquina de un portal me sujetó de la mano, se apoyó en la pared, y cogiéndome del cuello me besó nuevamente, cada nuevo beso era intenso, único, especial, sus manos no permitían mi cabeza apartarse, yo apoyaba las mías en la pared, frenandola. El agua caía a borbotones por nuestros rostros, por nuestra piel. Bajé mis labios por su cuello, llegando al escote, la aparté de la poca luz que había y la escondí en las sombras, desabroché con mis dientes su escote, dejando ver uno de sus pechos, lamí el pezón, lo mordisqueé, lo acaricié con mi lengua, lo ericé con mis intenciones.

Ella seguía sujetando mi cabeza, llevándome hacia donde era su deseo, me agachó, abrió las piernas poniendo una sobre mi hombro, y me ofreció su sexo despejado, sin ropa interior, ni pelo, sólo con las gotas de lluvia que lo salpicaban.

Lamí su rincón, primero sus ingles, acercándome poco a poco a su clítoris, deslizando mi mano por sus nalgas, apretandolas hacia mi, levantando su pelvis levemente para poder penetrarla con mi lengua. Masturbándola a la vez con mis dedos que ya habían conseguido dilatarla, jugué son los pliegues que pretegen su campanilla, jugué con su placer, en mi boca.

Me incorporé apretando mi sexo en los pantalones, bajé mi bragueta sacando mi pene, mientras su mano lo buscaba con desesperación. Sujeté su pierna en mi costado, y acerqué mi sexo sin dejar de comer su boca, su cuello. Metió su mano entre nuestros cuerpos dirigiendo mi polla hacia su objetivo, y cuando me tuvo en la entrada, apretó con su pierna. Haciendo fuerza dirigió mis embestidas, empalándola entre mi nardo y la pared, clavándo mis manos en sus caderas.

Mi orgasmo era inminente, no era capaz de controlarlo, asi que me aparté de ella, me fui contra la otra pared, ella sonrió, me agachó poniéndome en cuclillas, puso una pierna a cada lado y se sentó sobre mi, volviendo a dirigir mi capullo hacia su vagina.

Ella, fácilmente, subía y bajaba su cuerpo, yo entraba y salía de su ser, pero no podía aguantar esa posición, me puse de rodillas (creo que pensó que me iba a declarar en matrimonio, porque le cambió la cara), pero ahora apoyada bien, sí podía dirigirla, puso sus panos contra la otra pared, haciendo más fuerza, provocando que alcanzase el fondo de sus entrañas, ahora si sentía como sus fluidos empapaban mi ser, cómo mi semen invadía su alma, exploté intensamente, apretándola de las caderas, moviéndola rítmicamente, susurrándo sentimientos que no le había expresado jamás, haciéndola sentir, nuevamente, única para mi.

7 comentarios:

  1. Me encanta vuestras locuras...un dulce besooo..

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  2. me ponen celosa estas reencontradas.

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  3. Natalia, porqué? ya sabes lo que hay, y lo nuestro no funcionará, además, se que ya tienes distracciones... bueno, un comentario que se le escapó a un amiguito tuyo que me sigue... eres la leche, cuidate.

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  4. con las gotas de lluvia acariciando vuestros cuerpos.. vistiendo de más sensualidad si cabe el encuentro....

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  5. Y el frescor de esa lluvia que erizaba nuestros cuerpos, haciendo que las sensaciones se multiplicaran.... un saludo anónimo.

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  6. Hermano,con tu historia tube el mejor orgasmo y corrida de mi vida gracias

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  7. Hermano? no sabía que mis hermanos me leían, un placer tenerte por aquí, y me alegra que hayas disfrutado, un abrazo.

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