lunes, 24 de agosto de 2009

ATADA

Fue un encuentro buscado, sabía que ella solía parar a almorzar en aquella masía, y sabía que aquél día ella también salía en moto, yo le dije que no podía salir, por compromisos con mi familia, pero el deseo de verla pudo más, como siempre, mucho más.

Aquél sábado, dije a la familia que debía pasar por la oficina, a recoger una documentación importante, así que me puse mis tejanos, la chaqueta de cuero, y monté en mi moto.

Fui directo al lugar donde solía parar, y llegué justo cuando ella marchaba con su moto, tuve suerte, la vi partir. Entonces me puse tras ella, hasta que la alcancé y la adelanté, le hice señas y paramos en un camino.

- ¿Qué haces aquí?
- El deseo de verte.
- ¿Y ahora qué?
- Ahora me acompañarás.

Cogí las llaves de las motos y me las metí en el bolsillo, la cogí de la mano conduciendola tras de mi, hacia unos árboles que daba cobijo de la carretera, la apoyé en uno, y la besé, la besé profundamente, sujentadola del cuello, de la nuca, apartando su preciosa melena rubia, mordisqueando su lengua, sonriendo, sintiéndola.

Desabroché la cremallera del mono de cuero, dejando caer la parte superior, pudiendo observar sus pechos bajo la lycra de su camiseta de tirantes, sus pezones marcaban la tela, mientras mis manos acariciaban suavemente, y mis ojos no dejaban de observarla, cogí el pañuelo que llevo y le tapé los ojos, se resistía, pero era parte del juego, le di la vuelta y le susurré al oído que confiara en mi.

Saqué unas esposas que compre esa misma semana, para nuestros juegos hoteleros, rodeé el tronco del árbol con sus manos, y antes de que se diera cuenta, la esposé a él.

Comenzó a reir, ya preguntar qué hacía, no quise responder, y me limité a hacerla gozar, y gozar yo de la escena.

Acabé de bajar su mono de cuero, despojándola por completo de él, dejándola simplemente con un tanga rosa y la camiseta de tirantes, me quité mi chaqueta, quedándome con los tejanos y una camiseta blanca, me agaché tras ella, acariciando su piel con la yema de mis dedos, pasandopor cada centímetro de sus piernas, rozando cada rincon de su ser, las nalgas, las caderas, las rodillas, subiendo por su barriga, bajo la camiseta hasta acariciar sus pechos mientras con otra mano subía por su espalda, tirando de su cabello para besar su cuello, su nuca, su garganta.

Ella seguía preguntandome, pero yo no contestaba, desabroche mi pantalón, sacando mi sexo erecto, rozandolo en su pierna, mojando con mis primeras gotas de excitación su piel, metiendolo entre el tanga y su culo, pero sin penetrarla, pasando mi dedo por la punta y dándole a probar mi esencia.

Saqué un juguete nuevo que también compré, era un vibrador pequeñito, un clitoriano, grueso, rugoso, con cabeza redonda, abrí bien sus piernas y comencé a lamerla, puse en marcha el juguete, mientras mi lengua lamía su ano, su raja, su culo en pompa, el juguete nuevo se frotaba con rápida vibración en los labios de su vagina, poco a poco lo introducía en su humedad, para sacarlo bien lubricado y buscar ahora su campanilla.

Con mis dedos abría sus labios, localizaba el clítoris y frotaba el nuevo vibrador por él, escuchaba sus gemidos, sus palabras, sus insultos, mientras se le caía el pañuelo de los ojos, y apoyaba su cabeza en el árbol.

Movía su culo como una perra en celo, y mi mente me hacia desear penetrarla, pero quería conseguir su orgasmo, deseaba beberme sus fluidos, para más tarde inundarla con mi leche.

Encontré ese punto que la vuelve loca, que hacía que sus gemidos pasaran a ser gritos, localicé ese lugar que provocaba en instantes su corrida, y me concetré en él, frota´ndolo en círculos, sin dejar de morder sus nalgas, de lameer su raja, de meter mis dedos en ella hasta que entonces llegó, su culo se levantó en alto, sus piernas se abrieron al máximo, semi dobladas, su coño se movía al son del vibrador, aparté mi boca, y me acerqué a su coño, cuando comenzaba a gotear su esencia por mis dedos, bastante líquida, parecida la semen, blanca, olía a ella, a placer, a sexo.

Lamí cada gota que de ella emanó, manteniendo mi mano sobre su clitoris, sin dejar de masajearlo. Poco a poco fui incorporándome haciendole palpar mi rabo entre sus nalgas:
- ahora no Jordi, déjame descansar.
- No puedo estoy a punto de estallar, y tu harás lo que yo diga.

Observaba su figura, su cintura, sus pechos colgando erizadísimos bajo su camiseta aremangada, su culo enrojecido, abrí sus nalgas con mis manos, acerqué mi polla a su coño, la introduje poco a poco, y fui entrando y saliendo, la aparté, la presenté a su ano, y comencé a empujar:

- No, ahora no
- Hoy eres mía.
- Cabrón.

Le tapé la boca,y seguí empujando hasta sodomizarla con mi tranca, metí mi mano entre sus piernas, y seguí masturbandola, con la intención de volviera a correrse junto a mi.

Notaba como mi sexo se endurecía, y como ella dejó de resistirse, para abrir más aún su culo, ese polvo me estaba poniendo a mil, sin dejar de follarla desaté sus manos, que ella dirigió a mi sexo, agarrándolo fuerte y apartándome, me hizo sentarme y ella se puso en cuclillas sobre mi, ahora me folló ella.

Su coño estaba mojadísimo y quemaba al roce de mi piel, mis manos acariciaban sus pechos, mientras que las suyas apretaban mis huevos y rozaban mi ano, cómo sabe que eso me excita, hasta que no pude más, la agarré del pelo tirándola a mi, sujeté su nuca y la besé mientras le dije que me iba. Apretó sus piernas, me cogió de la cabeza y nos besamos sin dejar de movernos mientras la inundaba de mi esperma abundante y caliente. Nos quedamos inmóviles, con ligeros movimientos de nuestros sexos, acabando de exprimirnos.

Al rato, bajó su mano, la introdujo entre los dos, y sacó sus dedos mojados dándomelos a probar, sellando mi boca con un beso.

Nos vestimos, y nos fuimos a tomar un café y asearnos a una bar, porque yo, tenía comida familiar....
Mi intención era dominarla y someterla, pero me dió la sensación de que al final ella pudo conmigo...

4 comentarios:

  1. Princesa enamorada24 de agosto de 2009, 12:31

    Muy brutal, sexy, me ha gustado, vuelves a tus raíces, un abrazo.

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  2. Pedes te superas con creces, entre tu y bella me vais a pervertir. Ya toy pensando en una pajilla rápida jejejjee.

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  3. Pues no se a que espera Rosi, si quieres, cuando vuelvas de tus vacaciones, te la hago yo....

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  4. mmmmmm... uno de tus mejores relatos... sensual.,..caliente.. excitante...
    un petonet
    ia

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