jueves, 6 de agosto de 2009

La discusión

Antes de las vacaciones decidimos tener un encuentro de despedida, pues ivan a ser muchos días sin vernos, y sin apena hablar.

Durante la cena tuvimos pequeñas discrepacias por sucesos recientes, y una llamada inadecuada de una amiga. Subimos a la habitación, en el ascensor apenas nos miramos, mi mano la sujetaba por la espalda, no intercambiamos palabras, simplemente, dejamos que el tiempo pasara como esperando a que el otro diera un primer paso.

Le abrí la puerta, se sentó enla cama, mientras yo iba al baño. Escuché como encendía la tv, ya me esperaba una velada de discusión y aburrida.
Entré de nuevo en la habitación, y allí estaba ella, apoyada en el sillón, una pierna al suelo, y la otra de rodilla en el asiento, se arremangaba con una mano la falda de su vestido negro, sus piernas bien estiradas por los tacones de vértigo que calzaba, su culo marcado, sus pechos prietos en su escote y sus hombros descubiertos al caerse los tirantes.

- Me vas a follar o tengo que hacerlo sola.
- Así se piden las cosas?
- Jordi, me vas a follar, POR FAVOR???

Me acerqué a ella, arrastré la cama hasta el sillón, me senté en la esquina y con mis manos levanté su falda, metí mis dedos entre su tanga y su piel, y lo aparté a un lado, acerqué mi boca y comencé a mordisquear sus nalgas, marcando mis dientes en cada mordisco, por si a alguien se le ocurría acercarse a su culo, para que supiera que era mía.

Abrí su culo con mis manos, observando su ano, y el comienzo de su raja, acerqué mi lengua lamiendo su agujero, deslizándola arriba y abajo, desde su espalda hasta su coño, mientras me sacaba la polla y comenzaba a masturbarme.

Bajé la cremallera de su vestido y lo dejé caer al suelo, sus tetas colgaban, puesto que iba, como casi siempre, sin sujetador, acaricié su cintura sin dejar de lamerla, bajé mi mano por delante hasta su clítoris, tocándolo suavecito, mientras poco a poco me iba incorporando.

Me levanté, acercando mi nabo por detrás, agarré su mano y la acompañé hasta agarrármela, comenzó a pajearme, mientras yo metía todos mis dedos en su vagina, mientras rozaba su campanilla. Metí mis dedos como si fueran mi polla incontrolada, de vez en cuando sacaba uno empapado de sus fluidos y lo introducia en su culo relajado.

Cuando me sentí mojado, presenté mi sexo a su trasero, rocé con mi capullo los pliegues de su coño, suví mis manos por su espalda suavemente hasta sus hombros, acariciando su pelo, su cuello, bajando hasta sus pechos erizados, la penetraba suvemente, sin llegar hasta su fondo:

- ¿Jordi, así me vas a follar?
- Cállate niña.

Saqué mi polla bien lubricada por nuestros fluidos, y sin darle tiempo a reaccionar la enculé, un grito se escapó de su boca, e inmediatamente la tapé, sujeté su melena, y comencé a enartarla a fondo, golpeando mis huevos en los labios de su coño, tenía en la cabeza las palabras que me había dicho enfadada, mientras discutíamos en la cena, y luego su pitorreo al decirme si la follaba o no.

- ¿Te gusta así?
- Si no lo sabes hacer mejor.

Ese comentario me cabreó enormemente, así que cogí una toalla, la pase por su vientre, la sujeté fuertemente con mis manos, y comencé a bombearla, a follármela hasta el fondo, a ensartarla con la fuerza de mis brazos, le hice subir otra pierna, ahora estaba rrodillada sobre el sillón, apoyando sus tetas en el respaldo, bien abierta para mi, sin ofrecer ninguna resistencia a la violación que la estaba sometiendo.

La saqué y se la metí en su precioso coñito, estaba empapadísima, super mojada, se había corrido. Me dejé caer atrás, volví a sentarme sobre la cama dejándola encima mío, viendo como su coño engullía mi carne, ella, apoyada en sus rodillas, subía y bajaba, me dejé llevar por su ritmo, me dejé llevar hasta que no pude más, y la avisé de mi inminente orgasmo.

La sacó, se arrodilló entre mis piernas, agarró mi polla a punto de estallar y se la metió en la boca, comenzó a mamarmela ferozmente, entraba hasta su garganta y la sacaba, me miraba a lso ojos, sonriendo y diciendome guarradas, diciendome que me corriera sobre ssu tetas, que salpicara su cara, que llenara su boca de mi fluido.

Esas palabras me excitaban mucho, me estaba provocando un orgasmo de campeonato:
- amor, ya me voy
- Dulce, sabes dulce.

Siguió chupando, ahora además absorvía lo que de mi manaba, y me fui, estallé en su boca, sus ojos cerrados y su acelerado ir y venir me exprimía, me estaba dejando seco, una cantidad inigualable de semen llenaba su garganta, sonreía, gemía, y mamaba.

Me desvanecí, cerré mis ojos sintiendo como rebañaba mi sexo, como recogía con su lengua cada gota de mi que todavía salí en pequeños espasmos.

Fue subiendo, la cogió, abrió sus piernas sobre mi y se la metió, se acurrucó en mi pecho, y me besó, dándome a probar mi propio néctar.

Se adormeció sobre mi, al rato recuperó fuerzas y volvió a ser la dominadora de armas tomar que siempre a sido…

Me encantas, me encanta discutir contigo, si acabamos de este modo, un beso amor, disfruta las vacaciones.



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