domingo, 12 de julio de 2009

salida en moto, las deportistas

Ya había pasado dos veces por el mismo lugar, y las chicas me saludaban, me propuse parar a decierles que era mi última pasada en moto. Mi sorpresa vino cuando, en la duda de si paro o no, una de ellas, la rubia que se le transparentaba el tanga bajo sus leggins negros, alzó los brazos haciéndome señas de parar, paré. Ahora ante ella pude fijarme bien, tenían entre 40 y 45 años, la rubia tenía unos pechos bien puestos, grandes, bonita figura, la morena era la más mayor, no muy atractiva, pero con buen cuerpo, la pelirroja, era bastante normalita, pero tanmbien con buen cuerpo. Se presentaron, Mari, Meri y Judith.
Judith, la rubia, me dijo que estaban sedientas, si podía traerles agua. Eso hice, les traje una botella de agua, cosa que no se esperaban, me invitaron a un café, durante el café, comentamos cosas del día a día, hijos (todas) naridos (todas), amantes (una, la rubia), total, que ya vi por donde podían ir los tiros.

Sin duda alguna la rubia me atría, y yo a ella, pues su mirada lo reflejaba, as´que puse un cebo:
-Ahora yo salgo a navegar un rato, si os quereis venir.

Mari y Meri rechazaron la oferta, pues tenía compromisos con la familia, pero Judith, dijo, me encantaría salir un rato, un par de horas, sólo.

Montó en mi moto, y fuimos al puerto, embarcamos, solté amarras, y salimos a motor. A los minutos, puesto que el mar estaba un poco picado, fondeé en una cala, me quité la camiseta y me quedé en bañador. Judith me dijo si podía tomar el sol un rato, y tanto, dije, entonces, mientras se quitaba la ropa de deporte dijo: -Yo no llevo bañador.

Totalmente desnuda, ante mi, saltó al agua, desde cubierta podñia observar su silueta, sus caderas, su espalda, sus pechos flotar al darse la vuelta:- Vienes?

Dejé caer mi bañador al suelo y salté al agua,chapoteamos un rato, apenas nos cgñíamos de las manos y nos empujábamos, intentaba ahorgarme, y yo me dejaba, así podía sentir su piel en los intentos.

Salí del agua, semi empalmado, ella me siguió, estirado en cubierta se me acercó, pasó sus manos por mis piernas, llegando bajo mis testículos, rozó la piel de mi sexo, que comenzó a endurecerse, se estiró a mi lado, y mirando mi reacción, siguió con sus caricias,a cercó su boca, me lamiñó, fue comiéndose mi polla salada por el mar, yo me limitaba a acariciar su melena rubia, la aparté, la abrí de piernas, y la correspondí con una comida de coño intensa, dedicándome en cada pliegue de sus labios, pasando mis dedos por su culo, su sexo, su clítoris, acompañándolos de mi lengua, follándola con ella lo más profundoq ue mi boca podía, y ella, simplemente, se mordía la mano.

Fui subiendo mis caricias, por su cintura, luego por sus pechos y sus pezones endurecidos, después òr sus hombros, acabando en su cuello y su boca, donde me lamía los dedos como si me estubiera masturbando.

Comencé a subir mis besos por su ombligo, su costado, sus axilas, entreteniéndome, ahora, en sus pezones, pellizcando uno con mis dientes, mientras el otro lo hacía con mis dedos, masajeando sus enormes y firmes pechos, a la vez qu rozaba su bulba con mi capullo, bajó su mano, agarrándomela, rozándose el clítoris con ella, metiéndose la puntita y sacándola, y en una de esas suevas entradas, empujé y la penetré hasta el fondo, gimió, y me echó fuera de ella:

- Aquí se folla cuando yo lo diga, dijo ella.
- Te equivocas cariño, es mi barco, y follo cuando y como yo diga.

La volteé bruscamente, pues se resistía, entre comentarios de no podrás y risas, la puse a cuatro patas, abrí como pude sus nalgas, y se echó boca abajo, metí mis piernas entre las suyas, y le susurré al oído: -Es mi barco, y tu estás en él, ábrete para mi.

Con un pequeño gesto abrí sus piernas, y la penetré ligeramente, no puso resistencia, entocnes comenzamos nuestro juego sexual, ella movía sus caderas, y yo entraba y salía de su coño, mientras besaba su nuca, mordía su cuello, lamí su espalda, levanté su culo y puse la defensa del barco bajo su barriga, manteniendo así su culo en pompa. Me aparté de ella un poco, observando su sexo abierto, relajado, mojado de fluidos y agua de mar, sus piernas semiflexionadas, clavando las rodillas, sus pechos al aire, sus codos apoyados pajo su cabeza.

Me puse delante de ella: -Cómeme, y no te muevas.
Comenzó a lamerme, enguyó mi polla, entera, hasta la garganta, mientras se apoyaba con una mano, y con la otra me apretaba los huevos: -qué bien sabes chico,.

Acerqué mis manos por su espalda, hasta su culo en pompa, metí mis manos entre sus nalgas, acariciando su ano, su raja, mojando mis dedos, metiéndolos en su culo, masturbándola por detrás, cuando sentí que me estaba llevando al no retorno, me levanté, me puse tras ella, agarré sus cadera, y la follé, bruscamente, a fondo, sujetando la defensa del barco con mis manos para hacer más fuerza y llegar más adentro.

Ella gemía, gritaba, me insultaba, pero eso me ponía más cachondo, su coño estaba abierto, su ano también, la saqué y la enculé,: -Noooo. Dijo, pero era ya tarde, la había penetrado analmente.
-Lo siento.
-Ahora no pares, sigue.

Se movía como una perra en celo, su culo se levantaba, con sus manos se abría las nalgas, y yo me apretaba a ella, cuando comencé a tener mis espasmos, sus manos buscaron las mías, mi tiró sobre ella para notar mi pecho en sus espalda, y su boca buscó la mía mientras mi corrida inundaba su culo, mis huevos golpeaban su clítoris, y nuestras lenguas se abrazaban.

Cuando acabé, me aparté, se puso sobre mi: -yo sigo con ganas, guapo.
Se la metió en el coño, y se estiró sobre mi pecho, moviéndose poco a poco, y gimiendo sin parar… besándonos… la dejé hacer durante que mi polla se mantuvo dura, y sentí su orgasmo nuevamente sobre mi.


Ha sido un domingo…. DIFERENTE.

5 comentarios:

  1. me encanta, relatos. sigue así.

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  2. pronto más preciosa... vosotras me inspiráis...

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  3. preciosa??? me lo tomare como una afirmación, una formación o una información, porque soy tremendamente guaauuuu

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  4. Rosi, eres preciosa, como mujer, como dama, y como persona. Y como tía, eres guauuuuu

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