lunes, 9 de febrero de 2009

Sin esperarlo


- Me encanta escuchar tu voz cuando salgo de trabajar.
- No te imaginas las ganas que tenía de ti.
- Sólo con escucharte me mojo.
- Lo se, a mi me pasa igual.
- ¿Dónde estás?
- Camino de casa, ¿y tu?

Ella acababa de salir de la oficina, en el Poblenou, yo realmente no estaba donde le había dicho, sino aparcado en el chaflán de su casa, en el ensanche de Barcelona, cerca de la entrada del párking que tenía alquilado.

Salí del coche, seguía conversando con ella, sabía que en unos minutos llegaría, pues vive relativamente cerca de la oficina, entré en el aparcamiento con mi coche, es uno de esos compartidos entre abonados y clientes de paso, aparqué en mi planta y subí hasta la suya, perfecto, pude aflojar un fluorescente que daba luz al rincón donde estaba su plaza, mi plan se estaba hciendo realidad.

Entró su coche, maniobrando entre el coche de al lado y la columna. hasta meterlo de morro, yo estaba agachado tras el otro coche, y habíamos seguido charlando, la había puesto muy caliente, pero entonces cortéla llamada al salir ella del coche, mientras ella volvía a buscar mi numero para volverme a llamar, me abalancé sobre ella, por detrás, tapándole la boca, y le susurré para no asustarla más:

- No busques mi número, estoy aquí.

No le di tiempo a reaccionar, la empujé sobre el maletero, levanté su falda, arranqué su tanga y metí mi mano cogiendo su coño en ella, introduje mi dedo notando como realmente estaba mojada, ella no hacía más que decirme: - ¿Qué haces?

Me había estado masturbando imaginando la situación, ya estaba bien empalmado, y me la saqué metiéndosela hasta el fondo de la primera embestida, empujando sus caderas contra el coche, sujetando su cabellera para dominarla, la embestí una y otra vez, fuertemente, sintiendo como su coño se contraía de la excitación, entonces la saqué y la enculé, ahora si la hice gemir fuertemente, pero fue sumisa y no opuso resistencia, subí su pierna derecha sobre el capó, para abrirla aun más y poder masturbar su clítoris a la vez, hasta que la tuve a punto de correrse, entonces la saqué, le di la vuelta, la hice agacharse y se la metí en la boca, aprisionada entre mi polla y su coche se dejó follar, y cuando no pude más, exploté en su garganta, ella me miraba fijamente a los ojos, como tramando venganza, con ojos de puta, mientras sus manos apretaban mis huevos, hasta escurrirme bien.

- Mañana seré yo quien te haga arrodillarse.
- Lo se, no esperaba menos de ti.
- Me he corrido nada mas encularme amor.
- Eso es lo que me ha provocado el orgasmo a mi.
- Hasta mañana.
- Hasta mañana.

Ahí la dejé, agachada, me subí la bragueta y marché, deseando que llegara el día siguiente.

4 comentarios:

  1. Me ha gustado mucho, valla relato, lo he vivido como si me ocurriera a mi.

    Besazos.

    Floreta.sexy

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  2. Pufff, con un relato así le entran ganas a una hasta de ir a trabajar..genial, simplemente genial..
    Besos dulces..

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  3. Querida Susy, y floreta, con seguidoras como vosotras, uno no puede más que desear volver a escribir, me animais mucho, me encanta veros por mis mundos.

    Un beso para las dos. Jordi.

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  4. Eres tu Jordi el que nos animas a seguir leyendo, por lo menos a mi me tienes enganachada..
    Besos dulces..

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