martes, 3 de febrero de 2009

París

Cómo le gustaba subir caminando a la Torre Eiffel, sobretodo en primavera, con su faldita, sin bragas, adelantándose unos pasos ante mi, dejandome ver todo piernas con mis manos.

Aquél atardecer era hermoso, poca gente, inusual para el lugar, pero perfecto para mis deseos, me tenía tan caliente, casi la follé en la escalera, tenía unas ganas, pero siempre bajaba alguien que nos jodía el momento.

su trasero y su sexo, parándose cuando no venía nadie para que pudiera acercarme y acariciarla entre las Era una tarde especial, puesta de sol, sus ojos de deseo, sus caderas frescas al viento, acalorados de la botella de vino de la comida…

Al llegar al mirador, recuerdo que se alejó de mi, no la encontraba, deseaba besarla, entonces, allí, detrás de la maquinaria del ascensor en un rincón donde no había paso de gente, estabas ella, apoyada en la reja, con las manos en alto, con su falda levantandose por la brisa, y su mirada fija en el infinito.

Me acerqué, apoyado detrás suyo, le hice sentir mi presencia, y ella me correspondió con su mano en mi paquete, poco a poco bajándome la bragueta, notando como mi polla se endurecía, hasta que salió por la presión del pantalón, entonces se apretó a mi, levanté su falda, y empujé entre sus nalgas, encontrando poca resistencia.

Metió su mano entre sus piernas, por delante, y mientras me acariciaba la polla que entraba y salía suavemente, se rozaba el clítoris. Estaba mojadísima de cuando la había acariciado en la escalera, y lo notaba en mi polla, eché atrás, sujeté sus nalgas abriéndolas, y la enculé, era maravilloso notarla sometida a mi, acabábamos de descubrir el sexo anal, y deseaba hacerlo una y otra vez.

Apenas opuso resistencia, mi sexo entró suavemente, hasta que ella paró, entonces empujó atrás, poniendo su culo en pompa, mirando de reojo que nadie nos viera bajo la luz amarilla de la torre, agarrandose a la verja, abriendo sus piernas ante mis embestidas, frotándose con frenesí el clítoris, acelerando su ritmo, hasta que comenzó a notar como mi polla se endurecía, cerró las piernas aprisionándomela y paró. Se arrimó a mi, apoyado contra la pared, y con suaves movimientos de su culo me provocó un orgasmo enorme, mi semen llenava toda su cavidad anal, mis huevos no dejaban de bombear ese líquido ardiente, y sus manos se clavaban sobre las mías sobre su pubis.

Se corrió junto a mi, sus espasmos la delataron.

3 comentarios:

  1. Me ha gustado jordi, diferente corto y rápido, pero muy loco.

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  2. Me gusta mucho tu blog, aqui te dejo un pequeño regalo jordi...

    Tiemblo al ver tu cuerpo
    No se si dejarme al imposible
    Dejarte la puerta abierta
    Te deseo ahora quiero sentirte
    Y Abrirme a tus besos y a tu cuerpo
    Que mi aliento sea tu aliento
    Y quererte amarte con todo mi ser
    Que me enciendas poco a poco
    Resbalarme como un pez entre tus manos
    Que te hundas en mis muslos
    Sentirte dentro que se mezclen
    Tu deseo con mi Humedad

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  3. VAya, MAlekin, no esperaba un regalo de este tipo a uno de mis escritos. Es un placer leerte, al igual que imaginar poco a poco el sentido de tus palabras. un beso, en tu humedad...

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