miércoles, 30 de septiembre de 2009

Una treintañera de cuarenta y tantos....

Ya me lo imaginé, que su inspiración eran nuestros encuentros, pero hacía ya tanto tiempo que no nos veíamos, habían pasado tantas cosas desde aquellos días en los que dimos rienda suelta a nuestra pasión…

Pero por teléfono me lo dijo, insistió tanto que no fui capaz de decirle que no, hice unas llamadas y organicé un viaje de trabajo a Castellón, ella reservó mi hotel, simplemente me mandó la dirección y el número de habitación por sms.

En el coche dudaba, de nuevo un encuentro con ella, una de las pocas mujeres que me han puesto nervioso, que me han cortado en la cama, que ha sacado de mi más de lo que yo imaginaba, y si no me sentía a gusto con el reencuentro, casi accedí por que no lo pidiera más…

Abrí la puerta, la luz tenue de las velas era lo único que iluminaba el ambiente, el aroma a ese perfume de Bulgari Rose que tanto me gusta, que me recuerda a ella cada vez que se lo pone mi mujer, la temperatura alta para que desnudo me sintiera cómodo.

Entré y estaba de pie, ante mi, se acercó sin decir nada, cogió mi maletín y lo dejó en el suelo, me quitó la americana, desabrochó la corbata, y me besó, me aparté para mirar sus ojos de nuevo, verdes, profundos, hipnotizantes, me abalancé sobre ella, sujetándola, besándola sin cesar, desnudándola, mientras dejaba caer mis pantalones al suelo y aparecía mi polla dura entre nosotros.


Llevaba puesto el conjunto negro que le regalé para su cumpleaños, se desabrochó el sujetador y le quité el tanga agachándome ante ella, besando sus caderas, su pubis, su ingle, su cintura, subiendo hasta alcanzar sus enormes pechos, lamiendo sus pezones, y volviendo a través de su cuello hasta sus labios de nuevo.

Se colgó a mi cuello y dejó caerse atrás, entre cojines me puse sobre ella:

- Jordi, no hay prisa, no corras, esta noche soy tuya.
- No tengo ninguna prisa, te quiero disfrutar.

Rocé mi nabo con su clítoris, apretándolo entre mi barriga y su sexo, mirándonos a los ojos, sin decirnos nada más, expresando el deseo con la mirada, bajé mi polla y apreté en su entrepierna, su coño estaba cerrado, me costaba abrir sus labios.

- Estás seca A.
- No, es sólo que hace mucho tiempo que no lo hago, pero ábrelo y verás.

Presioné un poco más, y su sexo se fue abriendo ante el mío, de repente resbalé por su interior hasta alcanzar sus entrañas, estaba mojadísima, su interior estaba inundado de sus jugos ardientes.

Sus piernas se cruzaron tras mi cintura, apretándome a ella y llevando el ritmo de mis embestidas. Su boca no era capaz de separarse de la mía, de vez en cuando me sujetaba la cabeza mientras bajaba hasta sus pechos, lamiéndolos, chupándolos, manoseando esos montes preciosos.

La escuchaba gemir, mi lengua en círculos por sus pezones provocaba el erizamiento de su piel, y de vez en cuando, al sentir el fondo de su coño con mi polla, dejaba escapar un gritito mezclando dolor y placer.

Sus manos sujetaban mi espalda, sus ojos no miraban a un punto fijo, simplemente se abrían con mis embestidas, y se cerraban al apartarme. De repente gritó, y una ola de calor mojó mi sexo, me paró y me apartó de ella…

-Todavía no amor.

Cogió mi cabeza y la dirigió a su coño, abrió las piernas y me puse sobre su clítoris, abriéndolo con mis dedos, mientras pasaba una pierna al otro lado de su cabeza, para completar el 69 que deseaba hacerle.

Engulló mi cipote, mientras acariciaba su campanilla suavemente, luego metía mi lengua lamiendo sus fluidos, bajando hasta su ano, volviendo a lamer el dulce sabor de su pasión, mientras me follaba su boca, con la intención de correrme en ella.

Entonces me dio su florecita, esa con la que se masturbaba, que le regalé el año pasado y que guardaba como oro en paño. Le di al ON, la acerqué a su vagina, y la penetré con ella, la vibración quedó apagada en su interior, y cuando me aseguré de que se había mojado bien, la saqué y combiné el roce de la puntita de silicona en su clítoris con las lamidas de mi lengua a sus labios vaginales, coincidiendo en esa campanilla inflamada por la excitación.

Los huevos se me apretaban, mi leche quería emanar, y yo no deseaba resistirme, aceleré mis movimientos de cadera follándome su boca, hasta la garganta, entonces apretó los dientes, rascándome en cada penetración:

- A. me haces daño con los dientes.
- No te correrás en mi boca, lo harás en mi coño.

Me puse aún más caliente, e intenté correrme, pese a las rascadas, pero era imposible. Mientras pensaba eso gimió, se dejó caer, la sacó de su boca y agarró con fuerza, cerró sus piernas aprisionando mi cabeza entre ellas, y de su raja cayeron gotitas de líquido blanco, mi cunnilingus había dado su fruto, hice que se corriera rápidamente.

- Cariño, quiero correrme.
- Por detrás.

Se apartó, se puso a 4 patas y con una mano abrió sus nalgas, agarré mi polla, y lo introduje con fuerza en su coño abierto y goteante, mis embestidas fueron fuertes, rápidas, rítmicas, porque sentía como mi corrida no iba a hacerse esperar, puse un cojín bajo su cintura, para tener su culo aprisionado para mi, y seguí con mis enculadas hasta que de la clavé a fondo para hacerle sentir mis gotas de semen ardiendo en sus entrañas.

- Sigue amor, sigue, que me corro otra vez.
Le hice caso, seguí, me corrí, la inundé de mi semen, y no la saqué, continué con mi follada, apretándola por los hombros, golpeando con mis huevos en su clítoris, hasta que apretó su musculatura, y unos espasmos delataron que, de nuevo, había llegado al orgasmo.

Fue uno de los polvos más intensos y más largos que he tenido últimamente, pero a los que ella me tenía acostumbrado en el pasado.

La noche transcurrió con una cena, abrazos, besos, bombones, Coronitas y sexo, mucho sexo…

Os aseguro que pocas treintañeras son capaces de llevar el ritmo de esta jovencita de cuarenta y tantos… y el que tiene agujetas hoy soy yo...

Ahora espero que cuando lo leas, te masturbes recordándolo, porque se que te provoco eso, porque se que disfrutas imaginándome entre tus piernas, se que te gusta tener dulces agujetas.

9 comentarios:

  1. Si bien me ha encantado tengo que decirte que me recuerda muchísimo a nuestros encuentros clandestinos.
    ¿tal vez aluna cosilla de inspiración ajena a castellon?

    TE DOY UN 10 no estas nominado.....jejeejejeje TE LO DIRÉ A LO ESTEBAN "MENTIENDES".

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  2. Pues si, TENTIENDO, y si algo de inspiración del monte de la Seu tiene... aunque mucho más de mi amiga A.

    Besos Belle.

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  3. yo entiendo, entiendo mu bien, por un momento pensé que era yo pedestal, pero me equivoqué. Un relato chulo de esos que tu sabes en mi honor no hay????

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  4. Rosi cariño, lo estoy preparando.... te gustará...

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  5. Es que en cuestion de sexo las edades no són importantes... hay un momento en el que sólo quieres pasarlo bien y hacer lo que te plazca... sin verguenzas... sin tabús...es entonces cuando realmente se disfruta.. tengas treintas o tengas cuarentas
    como siempre un relato caliente...
    un petonet
    ia

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  6. Princesa enamorada3 de octubre de 2009, 11:01

    anda que... desde mi trabajo nos hemos puesto cachondos y ahora que hacemos como vamos a ir a buscar a los chorizos.

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  7. Very nice blog.Hot fotos.Good evening from Athens

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  8. una que se une a tus comentaristas n.n me encanta tu blog, y las experiencias que narras.. bueno... que me he masturbado mas de 1 vez al dia por ellas. Besos para ti Jordi ;D

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  9. un placer, pero pense que el blog no era accesible ya al publico....ups...

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