jueves, 2 de octubre de 2008

La noche esperada

Si, la verdad es que esta chica me tiene enganchado, después de tanto tiempo sin verla, sigo recordando sus labios, sus susurros, su mirada, su perfume…

Por fin ha podido, su trabajo es agobiante, pero por suerte, el resto de obligaciones de su día a día se pueden esperar hoy. Estoy nervioso, parezco un adolescente que queda por primera vez con la chica de sus sueños, tengo un cosquilleo en el estómago… no se el porqué, es sólo una amiga, es solo mi amiga… o tal vez algo más?

De nuevo, me está esperando, es una mujer elegante, con un estilo propio, viste ropa ancha, lo cual me hace fantasear debajo de su falda. Apoyado en su coche, la miro de arriba abajo, y mis hormonas comienzan a vibrar… Hoy la encuentro especialmente bella, su pelo semidorado, sus labios carnosos, rosáceos, esa mirada de deseo y enamoramiento, esa piel suave y cuidada, y sobretodo, ese escote que provoca en mi una subida de temperatura difícil de controlar. Me siento a su lado:




- Hola
- Hola cariño
- Cuanto tiempo
- Demasiado.

Mientras acaricio su mejilla, mis ojos se humedecen por echarla tanto de menos, me acerco, y poso mis labios sobre los suyos, nuestras lenguas juegan tímidamente, como si de la primera vez se tratara, su mano sujeta la mía, y me incorporo sobre ella, no podemos apenas respirar, pues preferimos besarnos que no hacerlo, entre susurros distingo un: -te quiero, y yo le correspondo con un: -te amo.

Me siento en mi coche, y en cuanto arranco, me hace luces, paro de nuevo, y al ponerse a mi altura, me lanza su tanga por la ventana! ahora mis hormonas no pueden más, solo deseo llegar y lanzarme sobre ella.

Es un tanga blanco, impregnado de una mezcla de perfume y olor sexual, sencillo, pero con detalles brillantes, me encanta, es ella, ella me vuelve loco. Creo que puede verme, mantengo el tanga pegado a mi nariz todo el camino, hasta el hotel, estoy excitadísimo.

Llegados al Hotel, el de otras ocasiones, al subir a la habitación, me quito mi corbata, la rodeo y le tapo los ojos con ella, abro la habitación, y sujetándole las manos, la beso, mis besos son apasionados, y más al sentir sus manos desabrochar mi camisa, me aparto, la miro, allí, indefensa, sin saber lo que le espera, excitada por la novedad. Desabrocho su chaqueta, dejando ver mejor, si se puede, ese escote que tan loco me trae, sin dejar de besar sus labios, morder su cuello, dejo caer los tirantes del vestido, mis manos la sujetan con fuerza, mientras que las suyas, que ya han arrancado mi camisa, se dedican a desabrochar mis pantalones, siento su mano caliente dentro de mi boxer, y mi pene duro, humedecido, con ganas de salir de allí.

La llevo hasta la puerta del baño: -¿Confías en mi? –Si, ciegamente.
Tengo una cuerda de mi barco esperándola, ato sus manos a la escuadra del TV de la habitación, allí, brazos en alto, sin poder bajarlos, se rinde ante mi. Agachado, meto mis manos debajo de su falda, acariciando sus caderas, su culo, su pubis, introduzco mi cabeza debajo de su ancha falda, le doy la vuelta, y abro sus nalgas, observando su sexo mojado ante mi, acerco mi boca, mi lengua se pasea arriba y abajo, desde su ano hasta su clítoris, sigue mojada, abro sus labios, introduzco mi lengua mientras mis dedos acarician su clítoris, entonces acerca un pie entre mis piernas notando como tengo el miembro. Gime.

Me incorporo y dejo caer su vestido al suelo, dejándola vestida sólo con sus zapatos de tacón, sus pechos, hermosos, redondos, jugosos, quedan a mi merced, sin que pueda hacer nada, los muerdo, los lamo, los sujeto, le doy la vuelta, y abriendo sus caderas, la penetro, suavemente, dejo mi capullo entre sus labios durante unos instantes, entonces aprieto a fondo quemando mi polla con su jugo ardiente, apoyándola contra la pared, estoy muy excitado, y si por mi fuera me correría ya, pero la noche es larga, y es nuestra… la haré esperar un poco más.

Quito la corbata para que pueda ver la habitación, iluminada con velas, música ambiental, una cama inmensa, en la que preveo jugar con ella, desato sus manos, la acerco al sillón, y la siento, no suelta mi mano, y me acerca ante ella, me acaricia el sexo, mis testículos en sus manos, cedo ante ella, me arrodillo, la beso. La penetro, sus piernas rodean mi cintura, ella, abierta para mi, apoyada en ese sillón, y sintiendo mi sexo tocar el fondo de sus entrañas, nos besamos, nos amamos.

La tumbo sobre la cama, boca abajo, entonces ato sus manos al cabezal, y las piernas a las patas de la cama, allí, crucificada para mi disfrute, abro su bolso y cojo el vibrador que tanto la hace disfrutar a solas, lo unto bien de vaselina, y comienzo a explorar su sexo con él, jugando con la puntita, y poco a poco lo introduzco, justo al llegar al final lo pongo en marcha, mmm, como me gusta ese sonido, y más al ver su cara de placer, mientras la masturbo con él, froto mi sexo en su pierna, ella tira de las cuerdas, pero las he atado bien, esta vez. Acerco mi boca a sus caderas, y lamo su ano mientras la mezcla entre la vibración y mis dedos en su clítoris hacen que se estremezca, la siento excitada, los gemidos son continuos, y sigo jugando con el Manolito entre sus piernas, casi trabaja solo, no hace falta más que lo sujete, pongo mi sexo al lado de su cara, introduciendo mi polla en su boca, y sintiendo las succiones de su garganta, me excito aun más, entonces, cuando siento que ya no puede más, me pongo detrás de ella, sujetando sus caderas, saco el vibrador, y la penetro a fondo, esta vez no duraré mucho, sus caderas se mueven, un vaivén al ritmo de sus gemidos, pongo un cojín debajo de su vientre, para tener el culo más levantado, mis huevos apretados, a punto de explotar, y mi sexo durísimo en su interior, siento como sus jugos queman mi pene, y en ese momento exploto, lleno su vagina con mi semen ardiente, sin parar de moverme sobre ella, apretando a fondo, paro, ahora todo lleno de mi. Dejamos que pasen los segundos inmóviles, saboreando el sexo que tanto nos gusta. Me derrito sobre ella, y la desato. Abrazados nos quedamos relajados uno al lado del otro. La amo.





La observo adormecida, rodeada con mis brazos, acurrucada en mi pecho, y soñando con vivir esto cada día…

Pulso el play en mi PC, una película porno, en marcha en el punto donde yo quise que viera, dos mujeres follándose a un hombre, una de ellas atada en cruz, como ella hace unos instantes, le gusta ese morbo, así que mientras me ducho, ella se acerca a la pantalla para observar mejor la escena, al salir del baño, la miro, es hermosa, boca abajo, sus curvas me encantan, así que me acerco desde atrás. Y comienzo a pasar mi lengua por su piel, desde los tobillos hasta la nuca, paseándola por sus caderas, su cintura, su espalda, en su cuello me entretengo, acariciándole el pelo, gira su cara, y la beso apasionadamente, mi sexo vuelve a estar duro, erecto, a punto, así que lo poso entre sus caderas, dejando que sus movimientos permitan que entre poco a poco, esta llena de nuestros jugos mezclados.

Me aparto, se sienta encima mío, pudiendo observar sus pechos, una pierna apoyada en el suelo le permite hacer más fuerza para sentirme más adentro, sus vaivenes me hacen perder el control, sujeto sus caderas fuertemente, me incorporo un poco, pudiendo observar nuestros sexos penetrados, su clítoris inflamado del placer, y su cabeza ida, su cara tapada por su precioso pelo.

La empujo a un lado, y me pongo encima de ella, allí, vuelve a ser mía, dominada por mis embestidas, sujetando sus caderas para apretar más en cada empuje, y mi cabeza entre sus pechos, jugando con los pezones, lamiéndolos, mordisqueándolos. Miro sus ojos, los más espectaculares que jamás he visto, y siento como sus contracciones delatan que no puede más, me dice: -me corro.

Me concentro en el esfuerzo, quiero estar a su altura, darlo todo por ella, por hacer de este momento el más grande de nuestra vida, así que reviento de placer, me corro en su interior, el semen sale a borbotones de su vagina, mojando las sábanas, me aprieta fuertemente, y un susurro me dice: -no te apartes nunca de mi.

- Nunca lo haré.

Te amo.






2 comentarios:

  1. ESTE ES UN PASAJE HABITUAL PERO AL MISMO TIEMPO IDILICO, PUESLOS SENTIMIENTOS AFLORAN MEZCLANDOSE CON ELDESEO DE LOS DOS.
    ESPECTACULAR, COMO DIRIA UN AMIGO MIO....

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