lunes, 4 de agosto de 2008

Relato: El Vuelo




Otro viaje más, nuevamente me ha tocado a mi, desde que pedí el aumento, todos los proyectos importantes lo he de llevar yo, bueno, espero estar a la altura, y desbancar en unos años a mi jefe.

El vuelo de Barcelona salía temprano, a las 7 del Prat, via París, me esperaban 5 días en Boston, para intentar mejorar y cerrar la solución de packaging de unos de los clientes claves de la compañía, como siempre, caravana, mal comienza el día... no se si llegaré, y este taxista solo sabe hablar de fútbol, será que no hay otro tema? Que guapas las azafatas de vuelo... al menos esta del coche de al lado es un bombón, a ver si tengo suerte y viene en mi vuelo. Mal voy, si antes de salir ya pienso en sexo...

15 min antes del cierre de puertas, y corriendo por la terminal, llego a la puerta, unos niños corretean en la cola y moletan a los viajeros, entre ellos, a mi, deberían llevarlos atados: - Disculpe a mis hijos, es la primera vez que cogen un avión y están nerviosos.
- No se preocupe, son sólo críos...

Bonita mirada la chica, bueno, la mujer, sobre unos 36 años, quizá alguno más pues tenía dos niñas, de alrededor 6 años y 4, más atrás un individuo que no le quitaba el ojo de encima, pero sin dejar el móvil, deduje que era el marido.

Escote precioso, eso nunca se me escapa, no me fijé en si falda o pantalón, pero el escote...

Sentado en mi plaza del avión, lado pasillo, como siempre, observo como la familia se sienta a mi lado, los padres delante y los niños a mi altura, al girarse la chica, observó como me miraba a las niñas, y después de hablar con su marido, se cambió de asiento con una de ellas, quedando en mi misma fila, pero en la ventana opuesta.

Ahora si me fijé, una falda oscura ceñida por la cintura, blusa blanca con los botones apretados, el cierre de la blusa me permitía ver el tono crema de su sujetador, y la figura voluptuosa de sus pechos, firmes y redondos.,unos zapatos de tacón y medias, sinceramente, toda una señora.

Aprovechaba cada momento que alguien pasaba por el pasillo para mirar ligeramente a aquella dama, que me tenía intrigado, sus curvas, sus mejillas, esos labios carnosos y apetecibles, imaginándome besandolos, sentía una excitación diferente, pues su mirada se cruzaba con la mía en prácticamente todos los momentos.

Lo mío eran las azafatas, se dejan conquistar fácilmente, les dices cosas bonitas y las camelas rápido, pero al final, unas estrechas.

Al aterrizar en París, dejé a mi vecina levantarse primero, pues todavía me quedaba el enlace 2 horas más tarde con el avión de Air France a Boston, y, para qué correr, he de esperar igual, además, de este modo podía fijarme un poco más en mi vecina sensual. Las niñas, como no, salieron corriendo, el padre tras de ellas le dijo a la mujer que esperaba abajo, ella, de pie a mi lado, sus caderas rozando mi brazo, provocaban que me excitara, pues ahora me imaginaba acariciándola, y besandola, mi miembro comenzaba a tomar forma dentro de mi pantalón de tanto imaginar, en ese momento mi vecina se giró y me dijo: -¿le importaría ayudarme a bajar la maleta? me incorporé a ayudarla cortesmente, desde atrás alargué la mano, al no llegar, me avalancé un poco hacia ella, sintiendo como mi paquete se apretaba en su trasero, en ese momento la miré y ella a mi, yo esperaba que se apartara, pero no lo hizo, al contrario, se apretó un poco más a mi y sonrió, desde mi posición pude observar claramente ese escote sensual, esos pechos voluptuosos y esos pezones duros, por el aire acondicionado o por la situación, eso no era importante, bajé la maleta al suelo, justo delante de ella, y mi cara se acercó a la suya, pude aspirar su aroma, su perfume, y ella me miró a los ojos.

Me empujaban para bajar, desde atrás, le dije: - si quiere la bajo a tierra.
Me dijo que no, que no era necesario, pero que estaba muy agradecida de ese instante de vivido.

Corrió más que yo, le esperaba la familia, y yo, bueno, pues bajñe mirando las piernas de las azafatas en la puerta del avion, pero... ese perfume, me provocaba.

Salí al hall del aeropuerto de Charles de Gaulle, inmenso, miré, Boston, Gate 42, embarque en 2 horas, puf, pues iré a sentarme cerca de la puerta. Llegando a la puerta, en el rincón de fumadores estaba el marido de la mujer que ayudñe en el avión, y mis ojos comenzaron a buscar a mi objetivo. Allí estaba ella, sentada, con las piernas cruzadas, un bolso en el brazo, y acariciandose el pelo, la melena castaña a mechas rubias, se movia suavemente, y de nuevo, nuestras miradas se cruzaron, me vino a la mente su roce en el avión, y no dejaba de mirarla, descruzó las piernas, se levantó cogió a las niñas y las llevó donde estaba su marido, le dijo algo en voz baja, y volvió atrás en su pasos, dirección al baño, pero antes de llegar a la puerta, se volvió, y me hizo un gesto con la cabeza para que la acompañara.

- Qué hago? Es la primera vez que me sucede esto, tal vez ella no insinuaba nada... o tal vez si, no se...

Me acerqué a la puerta del baño, y allí, mirandose al espejo estaba ella se en el reflejo me miró y me hizo el gesto con la mano, -pasa.

La vigilante de los baños miraba a lado y lado, en un descuido me colé dentro, ella me sujetó la mano, me llevó a un wc, y cerró la puerta.

Con su dedo indice me tapó los labios, cogió una de mis manos y la puso en su cintura, nos mirabamos a los ojos, y me dijo: - creo que tu lo deseas, yo muero por hacerlo.

Me avalancé sobre ella, y la besé, levanté sus piernas obre mi, y subí su falda, el deseo de penetrarla era inmenso, pero no quería comenzar así una relación esporádica tan intensa, asi que desabroché la blusa y metí mi cabeza en medio de sus pechos, acerqué mi lengua a su pezón, mientras mis manos buscaban su entrepierna, dejé caer su tanga al suelo, liguero, mmmm, nunca lo habría dicho, pero estaba super excitado con la situación, metí mi mano entre sus piernas, y noté como estaba mojada: - me mojé en el momento de senti tu paquete al bajar la maleta, antes me había acariciado imaginando este momento. - dijo.

Me calenté, y no pude más que decirle que me moría por poseerla, bajó su mano, desabrochó mi pantalón, baño el boxer, y sacó mi pene erecto, mojado, lo sujetó fuertemente, y me rodeó la cintura con su pierna, dejando la entrada de su vagina en la punta de mi polla, deseaba empujar, pero algo me lo impedía, deseaba que esto durara más, en ese momento me alivió: - voy a Boston, y tu? – también !!! Pues fóllame, ya tendremos tiempo de jugar más tarde.

La embestí y la penetré a fondo, sujentando su culo, levantó la otra pierna y la apoyó sobre el wc, abierta de piernas, sus brazos en alto, sujeta a la pared que separa los sevicios, yo empujaba adentro, ella lo ponía fácil, movía su cadera arriba y abajo.
Me aparté porque estaba a punto de correrme: - ya? Hace dias que no follo, no me hagas esto. – no, date la vuelta, que seguimos.
Me agaché, su almeja delante mío, abierta, colorada, jugosa. Metí mi boca, entre sus nalgas, sujetas con mis manos, y lamí, subía mi lengua hasta el ano, hacía circulos sobre él, y volvía a bajar, llenando mi boca de sus jugos intimos, subía de nuevo, cuanto sentí unas cotracciones de su coño, ahí noté que se iba, que se corría asíq ue me incorporé y la follé, la follé con fuerza, gemía y yo le tapaba la boca con mi mano, pero nodejaba de empujar, quería que gritara de gusto, pero no queria un escándalo, me mordía los dedos, pero yo notaba sus contracciones, sus manos buscaban las mias, me apretaba, y me dijo: - córrete, córrete ya.
A punto de correrme preferí sacarla y hacerlo fuera, asi que le di la vuelta, la senté sobre el wc, y me corrí sobre sus pechos, la salpiqué en la cara, la cogió con sus manos, seguía masturbándome hasta que no quedó leche en mi, entonces con su lengua, acarició mi miembro, sin tocar el semen que de él todavia goteaba. – La próxima vez, córrete dentro de mi. – así lo haré.


De nuevo en la cola de embarque, dejé que pasara gente entre nosotros, no quería levantar sospechas, pero ella no hacía más que girarse, mirarme d ereojo, lamerse los labios, me volvía loco aquella mujer, ya dentor del avión de Air France, este más grande y amplio que el anterior, me senté tres asientos por delante de ella, lado pasillo los dos esta vez, así que cuando me giraba, la veía bien, y ella abría ligeramente las piernas insinuandose de nuevo. Su marido en el asiento de atrás, lado ventana, no nos podía ver, asi que ella seguía mirandome, con un dedo en su boca, mordiendose el labio inferior y con mirada de deseo.


10 minutos después del despegue, deseaba volver a tenerla pero esta vez quería probar como era su interior, acariciarla en lo más intimo, su vagina, era ancha, su pelo cuidado, no rasurado, pero minúsculo, apenas parecía que tuviera, además era de un color claro y me encantaba.

Me levanté, estiré mis brazos y caminé hacia los servicios de la parte posteriro del avión, al pasar a su lado, su mano rozó la mía, y un minuto después se levantó y pico a la puerta del servicio que yo estaba. Abrí la puerta y saltó sobre mi. Me empujó y directamente se agachó, se sentó en el wc, y desabrochó mi bragueta, sacó mi tranca, sujeta en sus manos, se la introdujo toda en tera en la boca, su movimientos aspirando y sacandola, parecían los de una vagina, cerre los ojos, apoyado en la puerta, y pensaba que estabamos follando, sus manos jugamban con mis testículos, metía una mano entre mis piernas acarciando mi ano, y apretando cada vez que tragaba, la saliba goteaba sobre sus manos, se levantó, se dió la vuelta, y con una pierna sobre la taza del wc, y la otra en el suelo, levantó su falda, dejandome ver que no llevaba bragas, me dijo, - tu no las cogerías del suelo, no?

La follé, con fuerza, sujeta por mis manos, la penetraba duramente, me encantaba esa vagina, como se hinchaba al meterla, y como me expulsaba al sacarla, su mano buscó nuevamente la mía, y al cogerla, apretarme, noté como el calor de su coño caía sobre mi, sus comvulsiones contenidas por ella misma, provocaron que mi pene bomberara con fuerza una cantidad enorme de semen quemando las paredes interiores de su sexo, goteando por mis testiculos, por su pierna, segui dando fuerza hasta que ella dejo de moverse, entoces se incorporó, se dió la vuelta, me miró y me dijo. - esto si me gusta.

El hecho de pensar que no llevaba bragas, que dejó su tanga tirado en el suelo del wc del aeropuerto de París, por otro lado, lógico, me daba morbo, pensar que estaba mojada, que cada vez que la miraba, ella abría las piernas, y que lo que yo veía era su sexo.

Ese ritual lo repetimos 3 veces más en aquél vuelo, pues 7 horas daban para mucho, probamos de hacerlo sentada ella en la pica del lavabo, por detrás mirandonos al espejo, suavemente, si apenas movernos, sólo notando mi polla durisima dentro suyo, y sus piernas apretandas, ese orgasmo fue espectacular, pues al no haber movimiento, me pude concentrar en bombear fuerte, y sentir el máximo placer. La siguiente vez quiso hacerlo por detrás, mirandonos en el espejo nuevamente, ella misma se masturbó delante mío, acariciandose el ano, masturbándose con un dedo, y luego haciéndomelo hacer a mi, la acaricié el clítoris, repasé todo el interior de su vagina, cada pliegue de su piel, ella sentada en el wc, y yo de pie, mientras yo la masturbaba, ella me deboraba a mi, hasta que le dije que no podía más, se levantó se dió la vuelta y me la sujetó en la entada de su ano, no hice nada, me apoyé en la pared, y su movimiento fué suficiente para, poco a poco ir abriéndose, e ir metiendo la punta, la sacaba y se la metía en la vagina, y luego, después de lubricarla, nuevamente en el ano.. así unas cuantas veces, ahsta que en una de estas, estaba yo tan al límite, que la tapé la boca co la mano, y la penetré por el ano, hasta el el fonso, gimió levemente, y se apretó a mi, contra la pared, entoces explote, me corrí dentro de su trasero, me movía, era parecido, pero no igual, ela se miraba al espejo, firmemente a los ojos, mi mano en su boca, y su culo haciendo círculos para acabar de exprimirme.




La besé, es como mas disfruté, besándola.





Nos dimos el telefono, y quedamos en vernos en mi hotel de boston, pues ella venía acasa de la familia de su marido, americano, y estaría ocupado todos los días. No era capaz de imaginar lo que esa mujer iba a hacerme sentir y disfrutar en la semana siguiente a mi llegada, en una habitación grande, con libertad de movimientos... la deseaba, nuevamente....



Agosto 2008

2 comentarios:

  1. Me ha lleago al alma, me he sentido indentificada con el personaje, muy buen relato, no deje de deleitarnos con ellos. gracias..

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  2. Apreciada lectora, los relatos son simples fantasías, algunas realizadas, otras por realizar. Le agradezco su comentario, y le invito a que siga disfrutando de este, su espacio erótico. Un abrazo.

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